Por EVARISTO RUBENS
Directivas de las Asociación Dominicana de Mujeres Empresarias (ADME) se quejaron de que la reforma fiscal ha penalizado a toda la población a pagar lo que otros que se han robado.

Las empresarias Daisy de Rondón, primera vice-presidenta de ADME; Evelyn Rojas, subsecretaria; Togarma Rodríguez, ex-presidenta; Briseida Olivero, secretaria, y Xiomara Santana expresaron que eso significa que si no se le pone coto a la corrupción de un grupito va a seguir castigando a la mayoría de la población.

Indicaron que si no se acaba con la corrupción, se le va a seguir poniendo impuestos a la población, lo que significa que todos vamos a tener que continuar pagando lo que otros se cogen y disfrutan.

Consideraron que ya es tiempo de que se comience a castigar con cárcel a los corruptos y a los corruptores, para que para que cambie esa situación para el grueso de la población.

Dijeron que ahora estamos pagando un hoyo fiscal de una gente que vivió muy bien durante mucho tiempo (se trata del caso del Banco Intercontinental -BANINTER-), lo que no es justo.

Expresaron además que los recursos públicos no se deben gastar como desee una persona, sino en base a un programa o una definición de prioridades del país.

También criticaron que la redistribución de los ingresos que no es equitativa en el país.

Dijeron que lo dignifica al ser humano no son las dádivas, sino el trabajo, por lo que estamos pidiendo que se nos den las oportunidades para trabajar.

Señalaron que las dádivas siempre van a existir, pero debe ser para un mínimo de la población. A la gente hay proporcionarle trabajo para que le compre comida, juguetes y otras a sus hijos.

Agregaron que a través de la micro, medianas y pequeñas empresas, el uso de los recursos es mas equitativo, porque se mueve y se siente.

Indicaron que aunque es real el crecimiento económico que anuncian las autoridades, se está fallando en su redistribución, por lo que se cree que se queda concentrado en las manos de alguien.

Las mujeres empresarias manifestaron además que la capacidad de muchos recursos humanos femeninos se está desperdiciando, ya que cientos de mujeres preparadas en determinadas áreas están trabajando en cosas diferentes a sus profesiones, como la preparación de pastelitos, postres y otros, que aunque les son rentables, no fue en lo que se prepararon en las universidades.

Expresaron que ojalá que esas mujeres puedan hacer esos y otros productos de una manera industrial para exportación a Centroamérica y a otros países.