El empresario farmacéutico Máximo Mejía Vallejo abogó hoy porque dirigentes del Consejo Nacional de la Empresa Privada ( CONEP), no se asocien con los gobiernos para que les libere beneficios a sus intereses particulares y que, por el contrario, paguen impuestos, desarrollen sus empresas en base a principios éticos y produzcan empleos decentes.
Mejía Vallejo dice en declaración escrita que igual que el 75% del pueblo respalda que en el país se produzca un cambio, un verdadero cambio porque estamos hartos de ladrones, bocinas y compra de la opinión pública .
“Debemos empezar a exigirle a los que llegan no que nos presenten extensos programas de gobierno que el pueblo no lee ni entiende sino puntos específicos en aspectos como justicia, educación que no sea construcción, salud, seguridad social y seguridad en nuestras calles y negocios, y que el gobierno no sea un nido de comerciantes políticos compitiendo con las empresas privadas”, subrayó.
El empresario afirma que sociedad civil debe convertirse en un ejército cuyas armas sean para combatir la corrupción y la impunidad y para evitar que un solo partido controle todos los poderes, lo que eventualmente pudiera convertir al pueblo dominicano en sus esclavos.
Mejía Vallejo se identifica como empresario con 37 años en el servicio farmacéutico, es creador y fundador de la red de farmacias FarmaXtra, y tuvo también participación en la etapa de desarrollo inicial de la Unión de Farmacias, Inc.
“Se van, se van, se van es una consigna que ha prendido y se ha hecho viral, porque es el deseo de más del 75% de la población dominicana, yo personalmente la apoyo y la sostengo, pero considero que los pocos días que nos quedan para las elecciones tenemos la obligación y el deber de empezar a garantizarle al pueblo que el nuevo gobierno no será más de lo mismo, que establecerá el respeto a la ley, que no volveremos a caer en los mismos vicios de desorden e irrespeto que han malogrado nuestras potencialidades económicas y de desarrollo social”, dijo.
Sostuvo que el pueblo debe exigir a los que llegan, no sólo que sometan a la justicia a todo político que no pueda demostrar riquezas descaradas, que dan asco y que deben ser devueltas, que considera pueden contribuir a pagar algún por ciento de la elevada deuda externa que ellos provocaron con préstamos en dólares.
“Si hay que hacerlo debemos modificar la Constitución para reformar y limpiar definitivamente la justicia, exigir un ministerio público independiente, que no sea nombrado por el presidente de turno, jueces que no respondan a los políticos y menos que tengan afiliación política o sean subordinados a grupos de intereses privados”, expresó.
“No aceptaremos que quienes lleguen vengan con más de lo mismo, pues los rechazaremos de la misma forma que lo estamos haciendo con los que se van”, concluye su declaración.