POR SOILA PANIAGUA
La Federación de Asociaciones Industriales (FAI) advirtió que la industria local perecerá, si antes de la ejecución del tratado de libre comercio (TLC) con Estados Unidos y Centroamérica no se hace una reforma tributaria que elimine los altos impuestos que pagan los bienes de capital.

Ho-chi Vega, Ernesto Vilalta y Ramón Báez, representantes de la FAI, explicaron que mientras la importación de bienes de capital en el país tiene una carga impositiva de un 32 por ciento, en naciones como Costa Rica, Honduras y Guatemala es de apenas un 2 y un 1 por ciento, respectivamente.

Vega, presidente de la FAI, dijo que la competitividad en el país ha retrocedido al extremo que de 48 en el ranking mundial descendió a 62 en el 2003 y a principios del 2004 ya estaba en el 72 por ciento, por lo que confiaron en que las presentes autoridades tomen medidas que contribuyan a impulsar la producción local.

Al participar en el Encuentro Económico del periódico HOY, los representantes de la FAI explicaron que a la alta carga impositiva se debe agregar los efectos negativos del alto costo de la energía y del dinero.

Afirmaron que por efecto del alto costo que tiene la industria local desde el 2002, en el país se inició un proceso de migración de empresas a las cinco naciones que integran el bloque centroamericano, porque les resulta más ventajoso producir en esa región.

Entre las empresas que se han retirado del país en el último año citaron a 3M, Ray-O-vac, Jhonson and Jhonson y Warner Lamber, las cuales mudaron sus fabricas a varias naciones de Centroamérica, porque es más costoso producir en República Dominicana que en esos países.

Indicaron que por efecto del TLC con Centroamérica,  las exportaciones dominicanas se han mantenido en un bajo nivel, pero las de los países de esa región a la República Dominicana han aumentado de manera significativa.

Los representantes de la FAI afirmaron que los volúmenes de las exportaciones dominicanas a Centroamérica son un claro indicador de que ese acuerdo firmado a finales de los años 90, no ha surtido los efectos esperados.

Vega, Vilalta y Báez refirieron que en el 2000 el país exportó a Centroamérica US$7.7 millones, mientras que las importaciones desde ese bloque alcanzaron los  1.8 millones, lo que indica que había un saldo positivo.

Sin embargo, en el año 2004 desde Centroamérica se importó  111.1 millones de dólares, mientras que los dominicanos exportaron a ese territorio US$12.2 millones.

Atribuyeron el comportamiento a la desviación del comercio y a la sustitución de empresas locales que han perdido mercado frente a Centroamérica,  porque éstas no pueden competir por sus altos costos.

Dijo que los centroamericanos compiten con los dominicanos, porque además de que tienen menos carga impositiva, pueden colocar sus productos en el país sin el pago de aranceles.

En otro orden, llamaron al sector industrial para que se una  a exigir que se tomen medidas, antes de la puesta en vigencia del TLC con los Estados Unidos y Centroamérica, que eviten su desaparición.

Vega favoreció que para evitar la desaparición de la industria local se lleve a cabo una reforma tributaria que quite las penalizaciones al sector productivo, antes de que se inicie la aplicación del TLC.

«El sector industrial se une o desaparece», coincidieron en afirmar los industriales, tras apoyar que se aplique al sector las mismas condiciones impositivas en que se permite operar a empresas de zonas francas.

Plantearon que hay que defender la industria local, que es el sector que da empleos.

Favorecieron, en otro orden, que se promueva en el país un turismo de mayor valor agregado y que no se limite al turismo barato a través del paquete todo incluido y de sol y playas.

Refirieron un estudio hecho en Jamaica, donde se determinó que el turismo de ese país era muy barato y que sólo estaba superado por el de la República Dominicana.

El empresario Vilalta  resaltó que ese estudio estableció que el problema de Jamaica es que vende un turismo muy barato, superado sólo por la República Dominicana.