Un sector comercial considera que reajustar el  salario al trabajador para devolverle  parte de la capacidad de compra perdida forzaría a algunas empresas a despedir personal porque sus costos se han incrementado.

La consideración fue hecha ayer por los presidentes de la Organización Nacional de Empresas Comerciales, Pedro Pérez González, y de la Confederación Dominicana de la Pequeña y Mediana Empresas,  Francisco Capellán.

Mientras que el ministro de Trabajo y las centrales obreras han venido abogando porque los sueldos y salarios, afectados por las alzas de precios, sean reajustados.

Para Pérez González, el aumento de salario que se proyecta efectuar próximamente solo debe ser obligatorio en lo concerniente al sueldo mínimo.

El resto, sugiere, sea dejado a opción  de  las empresas.

“Peor sería obligar a una empresa a incurrir en un aumento general de salarios que no pueda afrontar y obligarla a cerrar o a despedir personal para poder cumplir con el aumento”, sostuvo.

Pérez González dijo que está consciente de que los trabajadores están afectados por una reducción del  poder adquisitivo, pero alertó que las empresas del país tienen costos de operación muy altos.

Entre los factores que generan costos demasiado elevados citó alta carga impositiva, la energía eléctrica, lo que le quita competitividad a los negocios.

 Las pymes. A su vez, Capellán, aunque reconoció justo un alza salarial, compartió los argumentos de Pérez González, de que un aumento, aún sea en el salario mínimo, no lo soportarían las pequeñas y medianas empresas.