POR SOILA PANIAGUA
Las importaciones chinas están acabando, no sólo con los empresarios dominicanos, sino que también sufren los efectos del pulpo oriental empresas de América Latina, inclusive europeas y de Estados Unidos que suplen productos terminados y materia prima a la industria local.

José Tomás Hernández, presidente de la Asociación Nacional de Fabricantes de Muebles y Colchones (ASONAIMCO), dijo que en accesorios para el hogar “los chinos están acabando, porque colocan sus productos a precios muy bajos en el mercado”.

De acuerdo al dirigente empresarial “los chinos no sólo hacen mellas en el sector textil y de calzados, sino en muebles, accesorios para el hogar, materiales y materia prima de todo tipo”.

Uno de los factores que más favorecen a los chinos, según entiende, son los bajos precios a que ofertan sus mercancías.

Citó el caso de una feria que se desarrolló recientemente en Estados Unidos, donde varios dominicanos fueron a presentar sus productos, pero unos similares a los criollos, hechos en China, se ofertaban hasta con un 50% menos en sus precios, por lo que se convencieron de que “con estos no podemos competir”.

Sin embargo, reconoció que pese a las dificultades, el producto dominicano es de excelente calidad y está preparado para competir en cualquier terreno, sólo que se requiere abaratar costos para que sea más competitivo en cuanto a precios.

Citó el caso de algunas materias primas procedentes del oriente, que muchos industriales las rechazan a pesar de que son más baratas, por su baja calidad.

“Mira el caso del playwood, que muchos prefieren comprar el mas caro, porque hay uno que viene de China que es de mala calidad y lo mismo sucede con muchos productos”, sostuvo.

Tanto Hernández como David Papatterra, director ejecutivo de ASONAIMCO, opinaron que en el país se debe hacer todo lo posible para hacer más competitiva la industria nacional.

Favorecieron la estabilidad del tipo de cambio y la oferta de un mejor servicio energético.

Según Papaterra, se precisa que las autoridades dominicanas, junto al sector privado, tomen muy en serio el desarrollo de una cultura exportadora que aporte más divisas, porque el ingreso de dólares a la economía no puede estar sólo sustentado en el turismo y las zonas francas.

Apoyó también que el dólar se mantenga estable, porque con ello se aumenta la competitividad de los sectores productivos. En otro orden, dijo que las ventas se mantienen bajas, no sólo por los precios de los muebles y productos afines, sino porque no hay circulante.

“Es que acabamos de pasar una catástrofe, con un dólar sobre los RD$40.00 por US$1.00, todo el mundo tiene déficit en su capital de trabajo”, sostuvo.

 Señaló que aún se debe esperar un poco más para ver la recuperación de la economía dominicana, la cual hasta hace unos meses estaba en franco deterioro.