El 50% de la industria haitiana colapsó con el terremoto, por lo que un grupo de empresarios e intelectuales planteó la creación de un Banco Nacional de Desarrollo que maneje las remesas y atraiga los ahorros de la diáspora.
Dijeron que ante la debacle del aparato productivo industrial es necesario reorientar las inversiones, suministrando mayores recursos al campo, de manera que pueda producir comida, que es una de las prioridades de los haitianos.
El grupo, coordinado por el empresario Rudolph Henry Boulos, recomendó reorientar el programa de desarrollo que se tenía para Haití en uno más modesto, alcanzable a corto plazo.