WASHINGTON (AFP).- El mundo empresarial de Estados Unidos acogió con recelo la elección de John Edwards como compañero de fórmula del demócrata John Kerry para las presidenciales de noviembre, pues lo consideran un «adversario radical de las empresas» y un abogado que se enriqueció gracias a procesos millonarios.

«Kerry eligió un compañero de fórmula que ostensiblemente probó en sus votaciones en el Congreso su hostilidad hacia las empresas y la industria», declaró el presidente de la Asociación de Industriales (NAM), Jerry Jasinowski.

Previo a la designación oficial, la Cámara de Comercio estadounidense -la mayor organización empresarial de Estados Unidos- había adelantado que si Edwards era elegido abandonaría su tradicional neutralidad para criticarlo.

El nerviosismo de los medios empresariales se explica por los antecedentes de Edwards como abogado especializado en indemnizaciones y defensor de los consumidores.

El senador por Carolina del Norte provoca miedo en las empresas. Por ejemplo, logró 25 millones de dólares de indemnización para una niña de 5 años que en 1993 fue prácticamente destripada por la bomba de evacuación -mal instalada- de una piscina.

En los últimos 20 años, Edwards hizo pagar 152 millones de dólares en el marco de 63 casos que tuvo como abogado civil, según el rencoroso balance de la ATRA, una asociación que lucha contra los procesos por responsabilidad civil.

«Edwards lleva radicalmente adelante un programa contra las empresas», asegura la ATRA en el sitio EdwardsWatch.com, creado especialmente para criticarlo.

«Edwards integra la camarilla de profesiones jurídicas que realizan ataques contra las empresas y sacan beneficios financieros que frecuentemente son más elevados que los de sus propios clientes», aseguró Jasinowski.

El ahora candidato a vicepresidente «ganó millones como abogado» especializado en indemnizaciones, dijo por su parte Jack Faris, presidente de la asociación de pequeñas empresas, este miércoles al canal CNBC.

Edwards ya había asegurado en un discurso a comienzos de año que existen «dos Estados Unidos» en el gobierno de George W. Bush: «Uno que trabaja y otro que recoge los frutos; uno que paga impuestos y otro que se beneficia con rebajas de impuestos».

Es necesario recortar los «miles de millones de dólares de subsidios a las empresas» para restablecer el equilibrio presupuestario, dijo Edwards en junio de 2003.

Edwards se opone al programa Bush de alivio fiscal a las personas que ganan más de 200.000 dólares por año, y propone aumentar el presupuesto de la educación, la salud y la defensa.

Obviamente, central sindical estadounidense AFL-CIO se quedó contenta con el nombramiento de Edwards pues considera «que tiene una gran integridad, dice la verdad y será el defensor de los valores de las familias obreras desde la vicepresidencia».