Empresarios perciben  Obama es hostil al  sector privado

Empresarios perciben  Obama es hostil al  sector privado

Londres
 De los Servicios de Hoy

El Presidente de los Estados Unidos, Barack Obama,  se ha ganado la reputación de ser hostil con las empresas, razón por la cual necesita cambiar su actitud, plantea un trabajo publicado por la revista The Economist.

 “Las empresas son los generadores de la riqueza, sobre la que depende todo: ingresos, impuestos, etc. Son el «caballo fuerte que tira de la carreta», como las llamó Winston Churchill. Ningún líder político en su sano juicio puede querer que los empresarios crean que él está en su contra, especialmente cuando la confianza es vital para la recuperación económica”, se explica.

El trabajo advierte que “la evidencia de que los empresarios estadounidenses piensan que el Presidente no entiende al mercado y a los contribuyentes está creciendo”.

Imagen preocupante.  Agrega que una encuesta de Bloomberg esta semana reveló que tres cuartos de los inversionistas estadounidenses creen que Obama es antiempresas (la base del movimiento opositor «tea-party» son enojados pequeños empresarios). Además, señala que “The Economist ha perdido la cuenta del número de prominentes presidentes ejecutivos, muchos de ellos demócratas, que se han quejado privadamente de que el Presidente no entiende su negocio y que usa teleprompters para hablar con ellos; que muestra poco interés en escuchar sus puntos de vista; que en un equipo no hay nadie que tenga que pagar salarios (en esta administración hay menos empresarios en la Casa Blanca que en cualquier otro gobierno reciente), y que la incertidumbre regulatoria está mermando su voluntad de invertir”.

The Economista considera el hecho de que “Obama haya dejado que esta imagen avance a este nivel es preocupante”.

“Pero la negligencia no es lo mismo que la oposición. Es verdad que su retórica no es compatible con la del mundo empresarial, a diferencia de su predecesor demócrata que podía hablar el idioma de los negocios”.

 “La historia de vida de Obama, como muestra su autobiografía y como se dijo en su campaña, es la de un hombre alguna vez atraído por el pecador sector privado (en una compañía comprada después por The Economist), que se redimió sólo al convertirse en un líder comunitario. Su esposa tiene una historia similar. Su agenda legislativa se ha centrado en ayudar a los individuos más pobres o a los bancos. Las únicas empresas que ha rescatado son General Motors y Chrysler, ambas fuertemente dominadas por los sindicatos”.

No obstante, en contra de esta imagen, The Economist plantea que  se puede decir que pudo haber sido peor. “Un Presidente que realmente es enemigo de las empresas pudo haber mantenido GM como una empresa estatal y no apurar su retorno a manos privadas. La reforma financiera, aunque aumenta la burocracia, no es el fin de Wall Street. Con la excepción de una tarifa para la importación de llantas desde China y el retiro de camiones mexicanos, Obama ha evitado el proteccionismo. Mucho dinero fiscal ha sido dirigido a las empresas, a través del paquete de estímulo. Y al final del día todas sus políticas han ayudado a sacar la economía de la recesión”.

 “Entonces, ¿qué debe hacer? Los mismos consejeros izquierdistas que han cultivado la imagen antiempresaria de Obama están sin duda diciéndole que es sólo un problema de relaciones públicas: que invite a algunos magnates a la Casa Blanca, que celebre los éxitos de las empresas, en lugar de sólo protestar contra los millonarios bonos, quizás invitar a algún ejecutivo a reemplazar a Larry Summers, el académico que anunció esta semana que renunciaría a su cargo de consejero económico del Presidente.

La evidencia de que los empresarios estadounidenses piensan que el Presidente no entiende al mercado y a los contribuyentes está creciendo”, plantea The Economist.

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