Dirigentes empresariales y un economista expresaron su preocupación de que la  no renovación del acuerdo Stand-by con el Fondo Monetario Internacional  permita que se utilicen los recursos públicos en la campaña electoral.

La presidenta de la Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD)  consideró la ruptura con el FMI como lamentable, pero espera que se mantenga un manejo prudente del gasto público durante   la campaña electoral.

Ligia Bonetti explicó que el acuerdo con el FMI implicaba una especie de disciplina sobre el gasto y de empuje de algunas reformas, como la que tiene que ver con  que el precio de la energía eléctrica se corresponda con los precios de mercado.

“La señal más clara de confiabilidad es que el proceso electoral no sea quien defina u oriente hacia dónde se dirige el gasto público”, afirmó Bonetti.

El presidente de la Asociación de Empresas Industriales de Herrera y Provincia Santo Domingo (AEIH), Wadi Cano reiteró su temor de que haya un descontrol en el gasto público que termine afectando negativamente la estabilidad macroeconómica.

Destacó que el FMI debería continuar supervisando el gasto público como garantía de que permanezcan estables las variables macroeconómicas después del período electoral.

Sin embargo, para el presidente del Consejo Nacional de la Empresa Privada (CONEP), Manuel Díez Cabral, aunque es lamentable que no se haya llegado a una conclusión positiva sobre el acuerdo, no necesariamente este evita que los recursos se utilicen en la campaña

“El acuerdo si limita, pero no es algo que evita que se utilicen los recursos del Estado en la campaña. El problema es que sin acuerdo, cómo vamos a trabajar para cubrir el déficit que tiene el modelo de negocios actual de la República Dominicana, que ha sido cubierto por la inversión extranjera y por préstamos”, dijo.

Manifestó que el nuevo Gobierno, sin importar el partido que gane, tiene como reto reanudar de alguna forma el acuerdo con el FMI, pero dijo que el problema del gasto tiene que autoregularse con o sin fondo, pues debe haber un uso racional de los recursos que se tiene.

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Sin compromisos

El economista Apolinar Veloz explicó que no se continuó el acuerdo con el FMI pues el Gobierno no quería tener ningún compromiso para no realizar ajustes incómodos en la campaña electoral.  Agregó que como en otros Gobiernos se busca aumentar el gasto público para financiar al candidato oficial y después de las elecciones comenzar un período de reordenamiento de las finanzas públicas. “Pero sin embargo, el nivel de la deuda pública actual impide prácticamente poder reordenar después de las elecciones las finanzas públicas, porque los vencimientos de la deuda  son muy elevados y  porque el gobierno no tiene flexibilidad de ingresos  para financiar el segundo semestre ”.