Empresarios y gobierno afinaron reforma fiscal

Empresarios y gobierno afinaron reforma fiscal

POR MANUEL JIMÉNEZ
El gobierno dio por terminado el proyecto de reforma fiscal discutido con la cúpula del sector empresarial,  mientras en la tarde de ayer inició negociaciones con los sectores turismo y organizaciones sociales que tienen sus propias demandas. Juan Hernández, director de Impuestos Internos, dijo que las discusiones con el CONEP concluyeron en horas de la madrugada de ayer y el proyecto ha sido entregado al presidente Leonel Fernández, quien determinará la fecha en que será sometido a la consideración del Congreso Nacional.

Entretanto, al finalizar anoche una reunión con los sectores sociales y turismo, el secretario técnico de la Presidencia, Temístocles Montás, dijo que los representantes del empresariado turístico mantuvieron su posición de que le sea rebajado el Itebis de 16% a 8%.

El gobierno sostiene que de esa manera no se obtendría los fondos que necesita para compensar la pérdida de ingresos por la eliminación de la comisión cambiaria y los aranceles por el Acuerdo de Libre Comercio con Estados Unidos y Centroamérica (CAFTA-RD).

Al final de la discusión los representantes del gobierno otorgaron un plazo hasta hoy al sector turístico para que formule una propuesta concreta que permita mantener el nivel de ingresos que han sido estimados en el proyecto de reforma fiscal discutido con el CONEP. Los representantes de los sectores sociales, quienes se reunieron por separado con los funcionarios del gobierno, reiteraron su oposición a que se impongan nuevos gravámenes a los productos de primera necesidad.

CON EL CONEP

Hernández, en el curso de un encuentro con periodistas acreditados a la fuente del Palacio Nacional, reiteró su defensa a la reforma fiscal acordada con el Consejo Nacional de la Empresa Privada (CONEP), rechazando de plano que implique aumentos de precios.

Dijo que «teóricamente», con la reforma deberán bajar de precios las medicinas, los materiales educativos y los vehículos de motor, en tanto que el resto de los productos deberán igualmente reducir sus precios o mantener invariables sus costos.

El funcionario, quien fue invitado por el director de Prensa de la Presidencia, Rafael Núñez, recordó que se trata de una reforma «neutra» en la que el Estado lo único que trata de hacer es compensar los ingresos que dejará de percibir por el desmonte de aranceles y de la Comisión Cambiaria a causa de la entrada en vigencia del CAFTA-RD.

Hernández aseguró que no existen razones para que se esté hablando de aumentos de precios a causa de la reforma fiscal y destacó que, por el contrario, tendrán que venir sustanciales rebajas en los casos de las medicinas y los materiales educativos.

Explicó que en la actualidad, las medicinas y los materiales educativos tales como libros, periódicos, revistas, cuadernos y otros, pagan una comisión cambiaria de un 13 por ciento y un arancel mínimo de un 3 por ciento adicional que desaparecerán con la reforma.

Estos artículos no estarán gravados por el Impuesto a las Transferencias de Bienes Industrializados y de Servicios (ITBIS), por lo que al entrar en vigencia la reforma fiscal deberían experimentar rebajas de hasta un 15 por ciento, aseguró Hernández.

A modo de ilustración, Hernández dijo que en la actualidad el aceite crudo que se importa como materia prima paga un 13 por ciento de comisión cambiaria más un 3 por ciento adicional de arancel, lo que totaliza un impuesto de 16% que desaparece con la reforma.

Explicó que el aceite refinado está gravado con un 13 por ciento de comisión cambiaria, más un 20 por ciento de arancel, es decir con un 33 por ciento, que también desaparecerán.

A estos artículos solo se les cargara el 16 % de Itebis, por lo que no hay ninguna razón para que puedan aumentar sus precios, advirtió el funcionario.

Aclaró también que la reforma no gravará adicionalmente a los combustibles y lo que se busca es un impuesto que sustituya la comisión cambiaria que pagan actualmente.

En el caso de los vehículos, dijo Hernández, se ha llegado a un acuerdo con los importadores para fijar un impuesto de un 13 por ciento que sustituya al de la comisión cambiaria, pero con la eliminación a este renglón de un arancel de 4 por ciento, se espera que su precio en el mercado baje en vez de aumentar.

Dijo que de la única manera en que se producirían aumentos una vez entre en vigencia la reforma fiscal es si los que intervienen en la comercialización de los productos se apropian de manera incorrecta de alzas en los márgenes de beneficios.

Hernández rechazó, además, que se esté gravando los salarios de los trabajadores al incrementarse de un 25% a un 28% el Impuesto sobre la Renta. Explicó que en este caso solo se está gravando a los que devengan un salario anual de RD$900,000, es decir, solo un 4 por ciento de los asalariados, pues el restante 96 por ciento seguirá exento.

Aclaró que ese incremento en la renta será gradualmente desmontado a partir del 2007, retornando al 25 por ciento en el año 2009.

Hernández aclaró que con la reforma fiscal consensuada el gobierno obtendría ingresos por RD$27,179 millones, por lo que faltarían unos RD$4,000 millones para compensar lo que dejará de recibir por el desmonte de los aranceles y la comisión cambiaria. Antes esta disyuntiva, se dejará vigente el impuesto a los cheques que genera unos RD$3,000 millones y el gobierno apuesta a la eficiencia tributaria, dijo Hernández.

«La reforma, en los hechos, asegura una estabilidad en los precios y solo afecta a los sectores productivos en lo que tiene que ver con el Impuesto sobre la Renta y el patrimonio», dijo Hernández.

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