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POR ANSELMO SILVERIO
SANTIAGO.- Los empresarios del parque industrial de Santiago expresaron su preocupación por el futuro de las zonas francas dominicanas luego de que la Cámara de Diputados aprobara el sábado el proyecto de reforma fiscal modificado contrario a como lo envió el Poder Ejecutivo y consideran como un crimen el gravamen aplicado al gasoil.
Este temor fue expresado por los empresarios Julio Cabrera y Simón Tomás Fernández, quienes afirmaron que todo el sector textilero de zonas francas está indignado ya que perderán en su totalidad las inversiones si el país queda fuera del Tratado de Libre Comercio (DR-CAFTA).
En el caso de las zonas francas en el área textil el panorama es sombrío y hay una especie de estado de intranquilidad en el sentido que el negocio de las industrias de zonas francas desaparezca en los próximos dos años, precisó Fernández, presidente de la firma Femar S.A.
Indicó que además las cargas que representan los salarios aumentados, el pago de seguro social y de la seguridad social y otros gastos que tienen los parques industriales y los niveles de incompetitividad en que han entrado, tendrían que comprar un gasoil más caro para las calderas y las plantas de emergencia.
Fernández, ex secretario de Obras Públicas, entiende que si la República Dominicana no empieza el año 2006 con el TLC algunas empresas de zonas francas tendrán que comenzar a despedir trabajadores y otras, sencillamente no podrán arrancar en enero.
Puso de manifiesto que entre los empresarios de fábricas de textiles de las zonas francas hay pánico, mientras inversiones extranjeras que mantienen a muchas empresas operando, se trasladarían a otros países del área del Caribe.
La Cámara de Diputados aprobó un proyecto de reforma fiscal con algunas modificaciones entre las que deja fuera el pago del Impuesto a la Transferencia de Bienes Industrializados y Servicios (ITBIS) los aceites comestibles, los azúcares, y los insumos agropecuarios. Esto provocaría que se mantenga el cobro del anticipo de l.5% en base a las ventas brutas y excluiría a las personas y negocios con ventas por debajo de los RD$5 millones anuales.
En ese sentido, Cabrera, de la empresa Son Products, del parque industrial de Santiago, puso en duda que la mayoría de empresas lleguen al mes de mayo del próximo año si la República Dominicana queda fuera del DR-CAFTA.
Informó que, según conversaciones que sostuvo ayer con amigos empresarios de la industria textilera de Santiago, muchos inversionistas que son socios de empresarios dominicanos han expresado su disposición de retirar sus capitales y marcharse del país.
