Empresas británicas preocupadas por regreso trabajadores europeos

Empresas británicas preocupadas por regreso trabajadores europeos

Por toda Europa las empresas están deseando a sus trabajadores unas felices fiestas y esperan un productivo nuevo año cuando regresen a trabajar en 2018.
Pero en Reino Unido, donde se gesta el Brexit, la situación es algo distinta. Las empresas que dependen de trabajadores de países de la Unión Europea están preocupadas porque sus empleados decidan quedarse con sus familias en la Europa continental.

El declive de la libra esterlina desde que el país votó por dejar la UE ha afectado los salarios; y hay incertidumbre respecto a su estatus legal a medida que el país se acerca a su salida del bloque; a ello se suma que simplemente podrían sentirse poco bienvenidos.

Ya está sucediendo. Durante el verano, el fabricante de hornos Aga Rangemaster Ltd. cerró su planta en Leamington Spa, centro de Inglaterra durante dos semanas, como lo hace cada año. Cuando reabrió solo 32 de sus 50 trabajadores temporales, la mayoría de Europa del Este, regresaron.

“Nos encontramos con que muchas de las personas estaban de regreso en la parte continental, la mayoría en Alemania donde la tasa ahora realmente alta”, dijo Richard Marchington, director de ventas en Apex Recruitment, la consultora que Aga usaba para encontrar trabajadores. “Hay un sentimiento detrás de esto también, que es el hecho de que esta gente siente que ya no son queridos en este país”.

“Mar de incertidumbre”. Incluso antes de la agenda de salida del Reino Unido de la UE en marzo de 2019, el impacto del Brexit en la inmigración es claro. La inmigración neta en el año hasta junio cayó a un récord de 106.000, cifras que preceden a las anecdóticas salidas durante el verano.

“Éste no es un buen momento del año, porque la gente va a casa y piensa sobre su futuro”, afirmó Paul Drechsler, presidente de la principal organización empresarial, la Confederación de la Industria Británica. “Si el futuro es: ‘si estoy repatriando 20% menos que hace un año debido al tipo de cambio’, o ‘podría quedarme sin trabajo en 12 meses’, van a tomar ese tipo de decisiones” e irse.

“Ya está ocurriendo a un ritmo sostenido”, afirmó. “Si tienes 30 años y estás pensando en empezar una familia, no tiendes a hacerlo en un mar de incertidumbre”.

Si bien Drechsler destaca el acuerdo alcanzado este mes por la primera ministra Theresa May con sus contrapartes europeas sobre los derechos de los ciudadanos de ambos tras el Brexit, también apunta a lo que May y sus ministros les gusta repetir: “Nada está acordado hasta que todo está acordado”.

Eso ha intensificado la transitoriedad de los residentes europeos en Reino Unido, afirma Stephen Phipson, máximo responsable de EEF, grupo de cabildeo de la industria manufacturera.

¿Regresarán? Alrededor del 11 por ciento de la mano de obra de la industria de manufacturas en Reino Unido viene de países de la UE. “El temor es que regresarán a casa por Navidad, y ¿aparecerán de nuevo a trabajar en enero?”, pregunta Phipson.

May está al tanto del tema, y en una visita a Varsovia el jueves buscó asegurar a los cerca de 1 millón de polacos que residen en Reino Unido -el mayor contingente de extranjeros- que “son una parte importante de nuestra sociedad, y queremos que se queden”. Además, prometió consagrar sus derechos en la legislación británica.

Un problema para los empleadores británicos es que, con el desempleo en mínimos históricos, han tendido a depender ampliamente de mano de obra europea, algo que el Gobierno ahora quiere restringir. La experiencia en Aga, que produce los emblemáticos hornos que son básicos en las casas rurales de clase media, está lejos de ser una excepción.

Drechsler señaló sectores como la construcción, servicios de salud y agricultura, como áreas de preocupación. En Cornwall, suroeste de Inglaterra, la administración local advirtió el mes pasado de cultivos “pudriéndose en los campos” después de que se encontró que el personal de cosecha había caído al 65 por ciento. Durante el verano, hoteles en Bournemouth, en la costa sur, tuvieron dificultades para llenar vacantes de personal, según el director general de la Cámara de Comercio Británica, Adam Marshall.

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