Silicon Valley, donde trabajan miles de inmigrantes, denunció al unísono el controvertido decreto que limita la inmigración a Estados Unidos aprobado por Donald Trump, ensanchando así un poco más la distancia con el presidente. «Apple no existiría sin inmigración», fustigó el sábado el director ejecutivo, Tim Cook, en un documento interno obtenido por la AFP. Steve Jobs, el carismático cofundador de la marca de la manzana, era hijo de un inmigrante sirio. En la línea de Cook o de Mark Zuckerberg (Facebook), que escribió en la red social «como muchos de ustedes, estoy preocupado por el impacto de las recientes ordenes ejecutivas firmadas por (…) Trump», la mayoría de los directores de la «high tech» (‘alta tecnología’), han roto su silencio para criticar medidas que podrían privarles de una importante reserva de talentos. «Las medidas de Trump afectan a los trabajadores de Netflix en todo el mundo», escribió en Facebook Reed Hastings, director ejecutivo de la plataforma de videos en streaming. «Es hora de unirnos para proteger los valores estadounidenses de libertad y de oportunidades», añadió. En Google, según un correo interno de su director, Sundar Pichai, 187 trabajadores están directamente afectados por las nuevas restricciones.
«Estamos preocupados por el impacto de este decreto y de cualquier propuesta que pueda imponer restricciones a los trabajadores de Google y a sus familias, o que pueda crear barreras para importar grandes talentos a Estados Unidos», declaró el gigante de internet. El decreto presidencial, en vigor desde su firma el viernes por la noche, prohíbe la entrada en Estados Unidos de ciudadanos de Irak, Irán, Libia, Somalia, Sudán, Siria y Yemen durante 90 días, y de refugiados sirios hasta nueva orden. Además, la medida suspende totalmente el programa estadounidense de acogida de refugiados durante al menos 120 días.
Varios viajeros fueron detenidos el sábado en el momento de su entrada en Estados Unidos. «Como inmigrante y como director ejecutivo, soy consciente del impacto positivo de la inmigración en nuestra empresa, en el país y en el mundo», opinó Satya Nadella, director de origen indio de Microsoft.