En América Latina las empresas familiares han dado un salto cualitativo en términos de la profesionalización de sus operaciones, y de crear mecanismos de transparencia y de rendición de cuentas, dejando atrás un pasado oscuro o cerrado, afirmó Juan Carlos Gozzer, ejecutivo principal, para América Latina, de la firma consultora Llorente y Cuenca.

El experto hace esos planteamientos en el contexto de la reputación que necesita toda compañía, y en el caso de las empresas familiares destaca que, a la par con los referidos cambios de visión, también se produce una importante transición generacional.

Para que se diese ese salto cualitativo que señala Gozzer hubo de ocurrir un fenómeno que rompió paradigmas: la globalización de los mercados.

En cuanto al relevo ineludible dijo que “lo hemos visto mucho en América Latina, donde las grandes compañías familiares han ido cediendo espacio desde los fundadores hacia segundas y terceras generaciones”.

Y esas nuevas generaciones “vienen con una formación más conectada y abierta con las nuevas tendencias, y eso ha dado un salto de calidad en la forma en que las compañías operan en los mercados”.

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Un sector desafiante

En términos del manejo de la imagen o situaciones de crisis que pudieran presentarse, las empresas familiares representan un sector desafiante, a juicio de Gozzer.

En ese sentido dijo que esos conglomerados envuelven dos grandes desafíos: la identidad y la reputación de la marca o empresa, y la reputación de las familias, del apellido.

“En Llorente y Cuenca hemos trabajado con empresas familiares que mantienen su patrimonio, como otras que comienzan procesos de transición al vender acciones.

“En nuestra experiencia sí que hemos trabajado mucho en todas estas líneas, crear identidad de marcas, posicionamiento, el papel y la influencia que debe tener en la marca, y luego cuál es la agenda”, expresó.

Un elemento intangible que destaca Gozzer, que representa un gran potencial para las referidas compañías frente a sus competidores, es el peso social.

“Las empresas familiares tienen un gran potencial y una gran ventaja por la capacidad que tienen de ser voces muy autorizadas y con mucha repercusión en el mercado para posicionarse delante de ciertos temas, esto para lo bueno y lo malo.

“Pero sobre todo lo vemos siempre como una gran oportunidad porque esos dueños son relevantes, con capacidad de posicionamiento frente a cuestiones sociales, económicas, y siempre tienen que ir equilibrados con mensajes corporativos, es un fenómeno latinoamericano que lo hemos visto en toda la región”, refirió.

Sin varitas mágicas

Gozzer señala, en el contexto de la imagen que deben mantener esas empresas u otras, que las empresas de comunicaciones no tienen soluciones mágicas para enfrentar situaciones críticas, porque las crisis agotan un proceso hasta que explotan.

Temas complejos

Juan Carlos Gozzer reconoce que en materia comunicacional las empresas mineras representan desafíos, debido a viejas prácticas que quedaron en el pasado. En ese sentido dijo que se trata de temas complejos que demandan que las compañías sean responsables. “La comunicación no es otra cosa que el reflejo de lo que las compañías hacen, la comunicación hoy por hoy no es que yo hago una cosa y cuento otra”.

Los cambios

“Existe en las compañías mineras, con todas las que trabajamos, una mayor preocupación por la relación con la comunidad, por el cumplimiento de normas medioambientales, esto no está por supuesto exento de conflictos, nunca lo ha estado, y seguirán habiendo esos conflictos.

“Aquí la cuestión es cómo las compañías abordan el conflicto. De sentarse a escuchar a las comunidades, intentar construir soluciones en común, que sean en beneficio de todos”.

El peso social

El que existan sociedades civiles empoderadas ha sido vital para los cambios comunicacionales en el sector minero, dice Gozzer al destacar que tese empoderamiento ha llevado a las compañías a crear estrategias de comunicación con respuestas de sustentabilidad que estén en línea con sus estándares de calidad.

RD, un mercado pequeño con gran potencial

Aunque República Dominicana es un mercado pequeño respecto a otros países de América Latina, tiene un gran potencial económico e influencia en la región, expresó Juan Carlos Gozzer, ejecutivo de Llorente y Cuenca, una empresa consultora en marketing digital y comunicaciones.

Al hacer esas afirmaciones dijo que esa es la razón por la que la referida empresa, con sede en España, decidió instalarse en el país hace diez años.

“El atractivo que tiene República Dominicana desde el punto de vista del turismo, la influencia que tiene en la región, también hay proyectos de minería que son interesantes, pero sobre todo el desarrollo de marca país.

“Tenemos una presencia en la región norte, que es México, Panamá y República Dominicana, y eso nos da un triángulo de trabajo muy interesante, y los clientes nos demandaban esa presencia y ese apoyo en este país”.

Gozzer explicó que el 2022 ha sido un año muy fructífero para la empresa, por las soluciones que ofrecen a los clientes locales.

Llorente y Cuenca ofrece servicios en el país a 50 empresas, y los cuales se realizan de la mano de 20 colaboradores especializados en diversas áreas.