Las preocupaciones que en muchas personas causan el efecto que pueda tener para su salud el consumo de líquidos no alcohólicos y por los resultados que para el ambiente generan los procesos industriales y de distribución de estos productos, no son tal vez suficentes como para mover montañas, pero sí para conducir a innovaciones en el renglón que traerían mejores resultados para el público. Un alivio para la humanidad.
Es en esa línea que consorcios refresqueros como Coca Cola company, de importante presencia en América Latina y un gigantesco centro fabril y logístico en México, crece aceleramente hacia un perfil de producción que pone énfasis en bebidas reducidas en calorías o basadas en edulcorantes no calóricos y sin riesgos para la salud. Para ensancharse en experimentos y desarrollo de nuevos productos distanciados de las causas de la obesidad y más cercanos a la naturaleza, tiene concentrados a más de cien investigadores y colaboradores científicos en la capital mexicana, «un proyecto único en el mundo» que ya se extiende a otras partes.
Luis Galguera, vicepresidente técnico para una de las más importantes extensiones de Coca Cola, con sede central en Atlanta, Georgia, Estados Unidos, expresó recientemente, conversando con periodistas de República Dominicana y otras naciones latinoamericanas, que su empresa se identifica con los temas que laten en sus consumidores y con la tendencia a moderar el consumo del azúcar, una importante fuente de calorías para el organismo». «Queremos ser parte de la solución en el problema de la obesidad».
En el propósito de la diversificación, Coca Cola introduce al mercado un importante número de jugos de frutas a partir del reclamo de muchos habitantes del mundo de que se les permita ingerir alimentos y líquidos que tengan origen orgánico.
En la marcha hacia la configuración de una carpeta de bebidas a partir del gusto del público, el Centro de Innovación y Desarrollo de Ciudad México se mantiene en una línea de acción estrictamente científica, en contacto frecuente con los diferentes tipos de potenciales consumidores y teniendo a mano las regulaciones sobre contenido y características de artículos para consumo humano de cada país y de los organismos internacionales que velan por la salud humana.
Coca Cola crece como productora de líquidos no alcohólicos hacia la condición de industria de «bebidas», carbonatadas o no, imagino obtenidas de frutas de diversa procedencia, semillas y nueces que han acompañado a los humanos desde su surgimiento en el planeta. Bebidas que contienen hasta café entre sus componentes, y a veces leche o algunos de sus derivados. Bebidas naturales que son éxito de consumo en lugares aislados del mundo, tienden a cruzar una raya hacia la universalidad de los consumidores a través de la nueva dimensión que alcanzan los refrescos bajo esta nueva estrategia que amplía las opciones del gran público sin perder de vista que el consumidor quiere que las bebidas contengan buen sabor y también valor nutritivo.
El aspecto ambiental juega un papel importante que se manifiesta en los esfuerzos y diseños de envases y empaques con la mira puesta en reducir desperdicios. El reciclaje completo es meta a lograr y ya el 50% de las botellas de plástico y otros materiales vuelven a las plantas de origen, una iniciativa espontánea. Bolivia, el único país del mundo que por ley obliga a ese retorno, exige ya que el 30% de la materia prima con que se elaboran envases para bebidas y alimentos proceda del reciclaje.
El perfil reforzado que como elaboradora de bebidas adquiere Coca Cola abarcará a 200 países y su gama de productos de diferentes características se traduce en varios centenares de representaciones de bebidas. El Centro de Innovación y desarrollo activo en México estudia más de 400 fórmulas para bebidas al año que incluyen una reducción extraordinaria de contenido calórico.
Uno de los lemas de este centro pionero reza que «Innovamos continuamente en las alternativas de bebidas y porciones que ofrecemos e investigamos sobre nuevas tendencias de uso de ingredientes, a fin de integrar nutrimentos y edulcorantes no calóricos en nuestros productos».
«Desarrollamos empaques sustentables y tecnologías de refrigeración amigables con el medio ambiente que contribuyen a minimizar el impacto en el cambio climático.»
Las empresas están obligadas a renovar sus compromisos con el público a que se deben. Incluso a reinventarse haciendo suyas las causas del bienestar de las personas y de los recursos naturales. Eso está llegando.