Vivir la vida sin compromisos con la patria es lo mismo que asumir una postura y/o actitud irresponsable ante la sociedad, la familia y nuestros grandes hombres y mujeres que han dado y dieron sus vidas para legarnos esta República libre e independiente que hoy está a la deriva, con rumbo equivocado ante la mirada indiferente de la mayoría de los dominicanos/as.
La ideología que predomina hoy día en la conciencia de gran parte de la población, es la ideología individualista, expresada en frases como“cómo consigo lo mío”, “cómo resuelvo el problema de mi existencia”, sin trabajar y afanarse mucho, por la vía fácil, rápida y de manera individual.Dejando a un lado los valores cívicos-morales, porque “eso ya no sirve para nada”. Ya no hay Duarte, Sánchez y Mella, “eso pasó a la historia”, lo que hay es “dame lo mío y olvídate de esos soñadores, que no van para ningún lado”.
Este descarnado de la realidad social que vivimos hoy es lo que tiene a la mayoría de los dominicanos divorciado del presente y futuro luminoso del país.
Realmente, no se está pensando seriamente en el país, en la colectividad nacional, en la patria. Es en lo individual y personal. Me importa lo mío.No me importa lo qué pasa en la comunidad, en el trabajo, en la calle, en la educación, en la justicia, en la economía del país, en la salud, en la probidad y decencia en el manejo de las instituciones, en el funcionamiento de los poderes públicos, ni en la corrupción ni en la impunidad que arropa a la sociedad.Nada de eso es importa.
En definitiva, no importa lo qué pasa en la sociedad. Vivimos aislados/as de esos problemas. “Vivo tranquilo/a con mi mujer/hombre, mis hijos, mi familia, mis viejos”, “no me meto en eso”. “Los políticos han dañado esto, y nadie lo va a cambiar”. Así de sencillo, nos comportamos la mayoría de los dominicanos/as en estos momentos.
Unos pocos se cogen y roban el patrimonio y dinero de las arcas públicas, que pagamos con nuestros impuestos, para que nos brinden buenos servicios. Otros trafican con todas clases de cosa mal habido, y desde el poder se impide que se haga justicia para proteger a “los grandes” que transgreden las leyes, Constitución, decretos, reglamentos, medidas y resoluciones. Nada de eso importa y no pasa nada. Se burlan de la población, la engañan, le dan migajas, (salami y plátanos, pica pollo, Bono Gas, Bono Luz, etc.), luego le compran la cédula por 500, mil pesos en campañas electorales y todo chévere.
Sin dudas, vivimos en una sociedad gravemente enferma,falta de moralidad y Civismo.Muy distraída por las promesas electorales, las dádivas, con ausencia de valores como la honestidad, la integridad y el patriotismo, y con una débil oposición política débil, casi inexistente.
El oficialismo “come con su dama” sin ningún sobresalto, más que el que le produce MarchaVerde, que da muestra de estar preocupada por la suerte del país, razón por lo cual debemos apoyarla.
Razones demás existen para marchar este 28 de enero y todos los días. La sociedad se nos desmorona ante la indiferencia y complicidad de la mayoría.
Es hora de despertar y comprometernos a cambiar el rumbo del país, que va muy mal. Quienes nos gobiernan no están pensando en la suerte de la mayoría de la población. Como siempre, piensan y actúan a favor del sector conservador de la sociedad, garantizando sus intereses, recursos, impunidad y poder. Igual ocurre con“los nuevos ricos” de la sociedad, proveniente una buena parte del sector político y del funcionariado público que ya compiten con muchas ventajas con el empresariado nacional.Ya no lo necesitan para el financiamiento de sus campañas electorales, hay ya quienes tienen más que ellos.
¡Sí, se puede emular ahora la honestidad y el patriotismo del Patricio Juan Pablo Duarte!, en ocasión de su 205 aniversario. La indiferencia es lo peor que nos está pasando y nos pasará si seguimos actuando con la misma irresponsabilidad de hoy. Enhorabuena