Más de 2,000 militares que trabajaban en empresas privadas fueron recuperados e incorporados a distintas tareas en los cuarteles y en la nueva Fuerza de Tarea Frontera Segura que opera en las regiones Norte, Sur-Centro y Sur profundo, tal como informó ayer el jefe del Ejército Nacional, mayor general Rubén Darío Paulino Sem.
Dijo que la detección de esos soldados que estaban en labores no propias de la institución ha sido posible gracias a un levantamiento dispuesto por el ministro de las Fuerzas Armadas, almirante Sigfrido Pared Pérez, para saber dónde está y qué función desempeña cada uno de los 26,000 miembros de esa institución.
Informó que el operativo comenzó en agosto pasado y que la mayoría de los reinsertados estaban en labores en instituciones privadas de seguridad.
Paulino Sem consideró además preocupante la incursión de militares en actividades del narcotráfico.
Para todo jefe de la institución es importante que su personal esté en sus labores inherentes y es preocupante que se vean involucrados en hechos de violencia y de narcotráfico. Por eso ya estamos designando una comisión que está haciendo una evaluación de todos los casos que están sucediendo en las calles, dijo Paulino Sem.
Rechazó que los militares se involucren en actividades ilícitas porque reciben bajos salarios.
El salario no influye porque todos los militares, desde raso hasta general, aparte de su salario tienen otros incentivos colaterales que le da la institución, como raciones alimenticias, pago de viviendas, un especialismo que le ha sido aumentado recientemente; tienen incentivo de transporte, comida y otros que le abaratan la canasta familiar, manifestó Paulino Sem.
Donan equipos. El jefe del Ejército habló luego de participar en una rueda de prensa que ofreció el Centro de Operaciones Especiales (COE) para mostrar los equipos y herramientas que por valor de US$25,000, donó la Embajada de Estados Unidos para entrenar la Unidad Militar de Búsqueda y Rescate en Estructuras Colapsadas.