En lo que va de año, se han producido 115 ejecuciones extrajudiciales, de acuerdo a un informe a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) que cita que la mayoría de las víctimas han sido jóvenes definidos como “antisociales” por las fuerzas del orden.
Indica que todas las semanas víctimas de supuestos “intercambios de disparos” que llaman la atención ya que nunca ningún miembro de la Policía resulta herido en los mismos.
“Se teme que en algunos casos los que caen ejecutados sean jóvenes que hayan decido delatar algún vínculo criminal con agentes de la Policía Nacional”.
Afirma que muchas de las ejecuciones se han dado en el municipio de Los Alcarrizos, un barrio de la provincia Santo Domingo con altos índices de violencia y que está a la merced de grupos delincuenciales que dictan ley en las calles. En tanto que los moradores se quejan de la ineficacia de las medidas implementadas por la Policía.
El documento de la CNDH cita varios casos emblemáticos y fue presentado ayer al conmemorarse el Día Internacional de los Derechos Humanos.
Incapacidad. La CNDH concluye que las muertes extrajudiciales en su gran mayoría se producen por la incapacidad de los agentes a enfrentarse a situaciones difíciles con otra metodología que no sea la de matar el supuesto delincuente.
“La negativa del Estado a solucionar dicha deficiencia y la superficialidad con la que desde las instituciones públicas y el Gobierno se maneja el tema de las ejecuciones extrajudiciales nos hace pensar en la elección de una estrategia que tiene el objetivo de eliminar la criminalidad de una forma fácil, que tenga consenso entre la población, y que haga pensar que en el país se esté trabajando para eliminar la inseguridad”.
Señala que los órganos de seguridad del Estado carecen de preparación, de técnica, de herramientas que permitan a los agentes adecuar su reacción de forma proporcional a los hechos, falta de capacidad de reducir en la mayor medida posible el uso de armas letales, así como una escasa sino preparación psicológica de los agentes que efectúan trabajo de calle, ya que estos reaccionan de manera impulsiva, instintiva, sin mediar consecuencias.
Inseguridad. El informe también cita los altos niveles de inseguridad que ha alcanzado el país al punto que es difícil identificar zonas más seguras y menos seguras.
Cita que el 70% de la población no se siente segura mientras existe alta desconfianza en la Policía debido a la cantidad de agentes involucrados en hechos delictivos.
Otro elemento denunciado en el informe son los abusos policiales que incluye torturas, maltrato físico y verbal contra ciudadanos, incluyendo varios dirigentes del CIDH y migrantes haitianos.
Feminicidios. El informe refiere además los casos de feminicidios, con alrededor 130 mujeres asesinadas por su pareja o expareja este año, de lo que el 80% de los casos habían pasado por la fiscalía sin encontrar la protección adecuada.

Reformas 

El CNDH plantea como necesario políticas de prevención económica y social de la criminalidad y políticas públicas para combatir la violencia que ha permeado amplios estratos de la sociedad. Entre las medidas cita una reforma policial urgente que sea integral y efectiva para que haya una Policía cercano a la gente, “radicalmente transformada en su imagen y su esencia, de naturaleza civil y no militar y capaz de ser referente de la población y de las necesidades que esta tiene de protección y seguridad”.