Los Organismos Internacionales ven mal la economía mundial en 2023, coinciden con pronósticos pesimistas. Para el FMI, el crecimiento medio en América Latina caerá de 3.5% en 2022 a 1.7% en 2023, por menor precio de las materias primas, incluyendo el petróleo, alza de tipos de interés y la inflación que no da tregua.
La previsión para nuestra economía es 4.7% para 2023, décimas menos que lo estimado (5%) por nuestro Banco Central. Los motivos son diferentes, debilitamiento del comercio con Estados Unido, remesas y el flujo de inversión extranjera. Mi opinión es que la rebaja tiene poca probabilidad.
Uno, las estadísticas del año son excelentes y no hay motivos para suponer cambio en la coyuntura. La demanda interna crece con vigor con apoyo de la prudente política monetaria y subsidios sociales del gobierno, han contribuido con el objetivo básico de preservar el ritmo de las actividades económicas con creación de empleos.
Dos, el flujo mensual de divisas mantiene ritmo ascendente, el total se estima entre US$35,000 y US$40,000 millones para 2022, récord histórico. Por remesas alrededor de US$10,000 millones, US$14,000 millones exportaciones, US$8,600 millones por turismo y más de US$3,600 millones inversión extranjera directa.
Y tres, el PIB real (ajustado por inflación) que se estima en 5.3% para este año y 5% en 2023, ha hecho que inversores extranjeros y dominicanos inicien proyectos en diferentes sectores de la economía, la semana pasada la cadena hotelera española Inverotel anuncio que invertirá US$1,000 millones en dos años.
Le invitamos a leer: «Ocupada con personas ausentes»: ONE explica por qué viviendas no censadas reciben stickers
Tienen sus cálculos. Saben, por un lado, que, con estabilidad de los precios macroeconómicos y un envidiable orden político y social, en el país logran una rentabilidad real positiva superior a la media de la región y economías desarrolladas. Confían en la calidad de la política monetaria, los hechos hablan, para contrarrestar la inflación importada el Banco Central ha aumentado su tasa de referencia en 550 puntos básicos en los últimos doce meses, nominal hasta 8.50% anual, tasa que es positiva en términos real descontando el índice de precios al consumidor que en octubre fue 8.24% superior al de doce meses atrás.
Y continuara positiva, por encarecimiento del dinero la inflación mensual desciende desde junio y se espera la tasa interanual cierre alrededor de 7% en 2022, la mitad del 14.6% estimado por el FMI para la región. Que se ubique en el rango meta de 4% antes de finalizar el primer semestre de 2023, menos de la mitad del 9.5% pronosticado para la región.
Y, por otro lado, que la rebaja del petróleo es viento de cola para nuestra economía, con otras palabras, garantiza un crecimiento del PIB real superior a 5% en 2023. La factura petrolera representa 4.0% del PIB y 1.8% del PIB el consumo de gasolinas, gasoil glp. Como el precio del crudo WTI se redujo 32.4% de mayo a noviembre, genero ganancia para nuestra economía de 1.3% del PIB (4.0% x 0.324%) por la relación de intercambio y tamaño de las importaciones en porcentaje del PIB, y 0.58% del PIB (1.8% x 0.324%) de poder adquisitivo para consumidores por impacto del descenso en la tasa de inflación sobre el consumo de gasolinas, gasoil y glp en porcentaje del PIB.