Decenas de residentes del Triángulo de Alma Rosa Segunda, en Santo Domingo Este, marcharon ayer para demandar de Medio Ambiente el cierre definitivo de la envasadora Rojo Gas, ya que aseguran existe una resolución que ordena su cierre y traslado, pero que aún así la empresa rehúsa obedecerla.
Blinio Llaverías, presidente de la junta de vecinos, dijo que mediante la resolución 160-15, el ministerio de Medio Ambiente ordenó el cierre y traslado de la estación, pero que a pesar que han pasado dos años de las misma y aún sigue abierta.
“Pero no solo eso, sino que han comprado otras propiedades en los alrededores con el propósito de expandirse y de perjudicar a la comunidad”, expresó.
Dijeron que en el lugar existen clínicas, colegios e iglesias y que temen una explosión en ese lugar.
“ Hace un tiempo un carro cogió fuego en esa envasadora y nosotros no tenemos tranquilidad por el temor de que en cualquier momento suceda una tragedia”, dijo Mónica Then, ama de casa.
Pidieron al presidente Danilo Medina y al ministro de Medio Ambiente, Francisco Domínguez Brito, investigar por qué la planta permanece en ese lugar, a pesar de que una resolución ordena su salida.