En América Latina hay que repartir la riqueza para evitar confrontaciones

<p>En América Latina hay que repartir la riqueza para evitar confrontaciones</p>

“Por eso es fundamental que los grupos de poder capten el momento en que nos encontramos, faciliten la educación y compartan lo que tienen, porque en caso contrario el caos disolvente se extenderá en la sociedad en general”
POR LEONORA RAMÍREZ S.

Individuos sin conciencia de patria, pretendiendo liderazgo, reclaman beneficios para su grupo al margen del interés nacional, y han  proliferado pequeños apátridas que se han enriquecido al margen de la moral y han disociado a la República.

La descripción no obedece a la realidad social de la República Dominicana, cualquier parecido es pura coincidencia, sino que es el perfil sociopolítico de Ecuador, una nación suramericana que en los últimos 10 años ha tenido como hilo conductor la inestabilidad política.

Esos altibajos los plantea Fernando Borja Gallegos,  el embajador de Ecuador en el país que cesa en sus funciones al final de este mes, y quien es el autor del libro “Aquí existió un país: su noble pueblo no pudo contra la corrupción”, cuya segunda edición, preparada en Santo Domingo, se puso a circular en marzo de este año.

Este embajador, jurista y catedrático universitario, a quien no le gustan los encasillamientos políticos porque entiende que se trabaja por el bien o por el mal de un país, tiene la esperanza de que con la próxima llegada al poder de Rafael Correa, el 15 de enero del 2007, Ecuador alcance la estabilidad.

Solamente el 21 de enero del 2000 esa nación suramericana tuvo cuatro gobiernos: el de Jamil Mahuad, una Junta de Salvación Nacional, una Junta de Gobierno y el Alto Mando Militar.

“Esa inestabilidad ha afectado a Ecuador en lo interno y externo,  pero  a partir del 2007 el próximo gobierno adoptará las medidas, con el ejemplo que ya tenemos, tendentes a que se tranquilice el país y transite en el camino de la rectitud.

“Porque lo fundamental para un político es desenvolverse en la rectitud e integridad moral, y por tanto apartarse de la demagogia, velar porque se cumplan los objetivos nacionales y aspirar a que los anhelos populares se canalicen adecuadamente”.

Cuando eso no ocurre, a juicio de Borja Gallegos, hay reacciones sociales que pueden degenerar en anarquía.

“No es factible seguir acumulando riquezas al margen del interés nacional, porque quien cuenta con muchos recursos y no los comparte, llegará un momento en que no les servirán, ni siquiera para gastarlos en un ambiente de tranquilidad”.

Al  profundizar en su análisis expresa que sectores importantes de la región latinoamericana impiden que se consagren recursos para la educación y la salud de la gente, porque les  interesa tener un pueblo sojuzgado que no conozca sus derechos.

“Por eso es fundamental que esos grupos de poder capten el momento en que nos encontramos, faciliten la educación y compartan lo que tienen, porque en caso contrario el caos disolvente se extenderá en la sociedad en general”.

EL ORIGEN DE LA INESTABILIDAD

Para explicar los problemas políticos de Ecuador no hacen falta muchas palabras, Borja Gallegos, con la precisión que le caracteriza, se va al origen al plantear que “su país es rico, pero mal administrado”.

Ecuador exporta petróleo, camarones, flores, bananos, café, madera, entre otros rubros,  “pero se requiere gran austeridad en el manejo de la cosa pública para que el país (de 13 millones de habitantes) pueda salir adelante, y es fundamental que a través de reformas jurídicas se reparta la riqueza porque es la única manera de evitar grandes confrontaciones”.

En el contexto de las demandas sociales la nación suramericana, de acuerdo con el embajador, carece de servicios de salud eficientes, la seguridad social agoniza y aumenta la deserción escolar.

Esas son algunas de las razones que han empujado a miles de ecuatorianos al exilio económico, principalmente hacia España, expresó el funcionario diplomático.

“Los líderes políticos deben adoptar medidas para el desarrollo de la sociedad, pero eso no ha sucedido siempre en Ecuador, basta rememorar que el gobierno corrompido de Jamil Mahuad decretó la confiscación del dinero de los ecuatorianos en lo que se denominó el feriado bancario.

“Ese período presidencial (1998-2000) fue catastrófico porque se incrementó la pobreza, la desesperación cundió en la sociedad, se produjeron suicidios de gente cuyos recursos los habían congelado o confiscado, e irresponsables administradores de la banca coadyuvaron a la quiebra del sistema financiero”.

La dolarización de la economía fue otra de las medidas adoptadas por el expresidente, con la cual éste violó el artículo 264 de la Constitución que establece que la moneda es el Sucre.

“Todas esas situaciones produjeron un éxodo masivo de ecuatorianos hacia España y otros países, todo ello precisamente  con hechos de violencia pese a ser Ecuador una nación pacífica.

“Porque el pueblo ecuatoriano es bueno, nunca se han dado extremismos ni de izquierda ni de derecha, pero es un pueblo con conciencia de que tiene que hacer respetar sus derechos, y fue así como el gobierno de Mahuad fue depuesto por  una gran reacción popular el 21 de enero del 2000”.

DE CAMINO A UNA ASAMBLEA CONSTITUYENTE

Borja Gallegos admite que su libro le sabe a herejía a algunos sectores de poder del Ecuador, pero él se sintió con el compromiso de plasmar en la historia las luces y sombras de la vida republicana de su país.

Es por eso que en él también plantea la debilidad de la Justicia, y sobre todo la crisis bancaria que se produjo entre 1991 y el 2001, y cuyo salvamento le costó al Estado ecuatoriano alrededor de US$3,000 millones.

“Desde 1992 hasta la presente fecha los autores del despilfarro de los dineros públicos, ya como funcionarios, ya como administradores de la AGD, ya como cómplices o encubridores, se han confabulado para garantizar la impunidad de los que deberían estar en la cárcel”.

Para el embajador es fundamental que en toda sociedad se cumpla la ley, porque de lo contrario las naciones se convierten en caldo de cultivo para problemas sociales.

Pasados los sobresaltos de los primeros años de esta década, incluida la deposición del gobierno del exmilitar Lucio Gutiérrez, el 20 de abril del 2005, Ecuador disfruta de la calma en este período presidencial que dirige Alfredo Palacio González.

“En estos momentos en Ecuador hay calma, el proceso electoral fue pulcro, y eso ya es una garantía porque en el 1998 muchos sectores acusaron a varias autoridades de  haber patrocinado un fraude electoral que llevó al poder a Mahuad.

“Hoy la circunstancia es diferente, el pueblo ecuatoriano votó masivamente por el economista Correa, y este ha prometido una consulta popular para ver si el pueblo apoya su llamado a una Asamblea Constituyente”.

Para Borja Gallegos la Constituyente es prioritaria porque si un precepto de la carta política se infringe, y al infractor no se le castiga, significa que en realidad no rige ningún precepto legal.

Esa Asamblea servirá, según sus explicaciones, para determinar qué hará el Ecuador con el tema de la dolarización,  porque aunque todos la apoyan y el presidente electo Correa dijo que no dará marcha atrás, la misma se aplica sobre la base de la ilegalidad en términos jurídicos.

SE VA CON BUENOS RECUERDOS DE RD

La comunidad ecuatoriana en República Dominicana es muy pequeña, apenas llega a las 200 personas, pero lo que ha crecido es la presencia de turistas desde Ecuador, a través de tres vuelos charters que llegan mensualmente desde Tames e Icaro, hacia los polos turísticos de Punta Cana y Puerto Plata.

“He adoptado las medidas para que eso se facilite, es bueno saber que muchos ecuatorianos vienen no solamente a distraerse y disfrutar de la hospitalidad de los dominicanos, sino también a dejar parte de su dinero en la República Dominicana.

Desde que vine he tratado con diferentes estratos sociales en ambientes de amistad y caballerosidad, y nunca pretendí intervenir en la política interna, eso ha permitido que se estrechen aun mas las relaciones entre los gobiernos dominicano y ecuatorianos.

La misión diplomática de Borja Gallegos duró dos años y medio, y de esa estadía se lleva el mejor concepto de la sociedad dominicana, de la cual resalta tres cosas fundamentales: el respeto a la autoridad, la nobleza del pueblo dominicano y sus hermosas ciudades.

“En este momento abrigo sentimientos contradictorios, porque por una parte me apena dejar este bello país, y por otro lado me agrada volver a tratar con la gente de mi país de origen”.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas