MADRID (AFP).- Los españoles consideran la corrupción, la situación económica y las desigualdades como los grandes problemas de América Latina, según un sondeo sobre la cooperación para el desarrollo en ese continente, dado a conocer ayer, martes, en Madrid.

El «II Barómetro de la Fundación Carolina», llevado a cabo entre el 9 y el 15 de septiembre de 2006 sobre un universo de 2.475 personas, muestra que a la pregunta «¿cuál es en su opinión el principal problema de los países de América Latina», la respuesta «la corrupción de los gobernantes» fue la más repetida (58%).

Por detrás, se situaron «la situación económica» de la región y «las desigualdades sociales», explicó la secretaria de Estado de Cooperación, Leire Pajín, al presentar el estudio a la prensa.

Pajín recordó que el gobierno español trata de contribuir a «medidas que permitan poner en marcha políticas de cohesión social» en los países latinoamericanos con vistas a reducir las desigualdades.

«La cohesión social se basa en la redistribución de la riqueza y lograr que la buena marcha económica (registrada en los últimos años en América Latina) suponga un beneficio para todos», relató en una rueda de prensa, acompañada por Rosa Conde, presidenta de la Fundación Carolina, dedicada a fomentar el intercambio cultural y científico entre España y Latinoamérica. Además, una amplía mayoría de la opinión pública (77%) no duda en poner «a la pobreza y la falta de desarrollo en sus países de origen» como principal motivo de la inmigración que ha llegado a España en los últimos años.

Para otro 14%, en cambio, la razón hay que buscarla en «las leyes y políticas existentes en la materia» en España, que en los últimos diez años se convirtió en país receptor de inmigrantes y acoge actualmente a unos 3,7 millones de extranjeros, de los cuales un millón proceden de América Latina.

El escaso número de personas que creen que la legislación española actúa como atractivo para los inmigrantes, llevó a la secretaria de Estado a descartar que el rápido aumento de inmigrantes llegados a España en los últimos años sea consecuencia de un «efecto llamada», poniendo el acento en las dificultades que viven en sus países de origen.

Una mayoría de españoles (42%) considera que el trabajo de estos inmigrantes beneficia más «a sus países de origen», frente a un 25% que creen que es a España y otro 26% que considera que a ambos países por igual.

«Los españoles ven muy positivo la labor de los inmigrantes», insistió Pajín, para quien el inmigrante también puede ser «un agente de cooperación con su propio país» gracias a las remesas.

La secretaria de Estado recordó las reformas que lleva adelante el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero para «abaratar» el coste de las remesas y permitir que el dinero que los inmigrantes envían a su país también puedan convertirse en «tejido productivo».

La mayor parte de los españoles afirma, por último, también tener «buena o muy buena» imagen de Latinoamérica, frente a 28% que no la tiene «ni buena ni mala» y un 22% que la tiene «mala o muy mala», al tiempo que los españoles creen que hay «un mayor nivel de relaciones económicas que políticas» con Latinoamérica.