En aras de la concertación

En aras de la concertación

La reciente entrevista entre el candidato presidencial del Partido de la Liberación Dominicana, Danilo Medina, y el presidente del Partido Revolucionario Social Demócrata.

Hatuey de Camps es una acción política promisoria, que demuestra la disposición a la concertación de ambos dirigentes.

Es bien conocida la disposición del licenciado Medina Sánchez llegar a acuerdos que sumen votos a su candidatura, convencido como está de que el PLD debe mantener la misma actitud que le diera la victoria en los comicios de los años 1996, 2004 y 2008, para la consecución de su meta de permanecer en el poder más allá del 16 de agosto venidero.

El licenciado De Camps Jiménez, cuya frontal oposición al fracasado intento reeleccionista del entonces presidente Hipólito Mejía en el 2004 dio lugar al surgimiento del PRSD, es un político realista, que comprende  que no ha llegado la hora para intentar, por sí solo,  llegar a la primera magistratura del Estado, y está dispuesto a negociar un pacto político, por lo cual está abierto a eventuales negociaciones con otros partidos.

Esta suma de coincidencias abre las puertas a una posible alianza PLD-PRSD, que resultaría beneficiosa para ambas organizaciones; la primera porque vería acrecer sus posibilidades de victoria el 20 de mayo del año entrante, y la segunda por la oportunidad que se le abriría de seguir creciendo, con el apoyo de una fuerza de tanta trascendencia como el partido que fundara el profesor Juan Bosch.

Sin olvidar que las carreras políticas, tanto de Medina Sánchez como del licenciado de Camps Jiménez están ligadas en sus orígenes a la figura procera del profesor Bosch.

El país hace frente a grandes desafíos, en un difícil entorno económico internacional, por lo cual es necesario que el interés general se coloque por encima de intereses particulares, por respetables que estos sean, y esto lo entienden muy bien ambos dirigentes.

No queremos significar con ello que este pacto PLD-PRSD resulte inevitable o ya esté asegurado, porque las circunstancias políticas son, por definición, esencialmente  cambiantes.

Pero como dijimos anteriormente, dada la verticalidad con que el licenciado De Camps Jiménez rebatió los endebles argumentos del agrónomo Mejía Domínguez, que en principio negó sus aspiraciones reeleccionistas, y se dejó seducir por las mieles de lo que el mismo llamó “El carguito”, es más viable el pacto PLD- PRSD, que este último con el PRD. 

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