Bagdad, 22 jun (EFE).- Al menos 24 iraquíes murieron hoy y más de sesenta resultaron heridos en una noche de pesadilla en la que explotaron seis coches bomba en Bagdad y uno en la ciudad de Mosul, ubicada a unos 400 kilómetros al norte de la capital de Irak.

   El primero de los vehículos estalló esta noche frente al restaurante de comida típica «Hayi», frecuentado por numerosas personas.

   Instantes después, y a unos doscientos metros de distancia del citado restaurante, un segundo automóvil deflagró en la proximidad de un taller de reparaciones.

   El tercer coche bomba, al parecer dirigido por un suicida, se empotró casi al momento contra una estación de autobuses en una avenida cercana.

   «Al menos nueve personas murieron», explicó una fuente del Ministerio de Interior iraquí.

   Fuentes médicas informaron, por su parte, de que algunos de los heridos presentan lesiones «de extrema gravedad», por lo que no se descarta que la cifra de víctimas mortales pueda aumentar en las próximas horas.

   Un restaurante vecino al «Hayi» ya fue atacado de igual forma el pasado 10 de junio, atentado en el que perecieron diez personas.

   Casi a la misma hora de la noche, en el barrio de Ameriya, en el oeste de Bagdad, cuatro personas perdieron la vida y una decena resultaron heridas al estallar un cuarto coche bomba, también conducido por un suicida, al paso de un convoy militar iraquí.

   Según fuentes del hospital de Yarmuk, las cuatro víctimas mortales eran civiles que a esa hora, sobre las 21.45 hora local (17.45 GMT), se encontraban en la calle.

   Fuentes policiales declararon que un quinto vehículo con explosivos estalló entrada la noche en el barrio de Qasidiya, en el suroeste de la ciudad, al paso de un convoy del Ejército de Estados Unidos.

   El ataque, del que se desconoce si ha causado víctimas, no ha sido confirmado ni desmentido por el mando militar estadounidense en Bagdad.

   El último de los atentados con bomba en Bagdad fue perpetrado en el barrio «Falestin», y en él resultaron heridas cuatro personas, según fuentes del Ministerio de Interior.

   Además, un atentado similar, perpetrado igualmente al caer la tarde, segó la vida de tres personas, entre ellas un niño, e hirió a nueve en la ciudad septentrional de Mosul, situada a unos 400 kilómetros al norte de Bagdad.

   Según fuentes policiales iraquíes, el coche bomba estalló en el barrio Al-Sekak, en el centro de la ciudad, al paso de un convoy del Ejército estadounidense, uno de cuyos vehículos resultó seriamente dañado.

   Las fuentes no informaron sobre si se registraron víctimas entre los uniformados estadounidenses.

   Los vehículos cargados de explosivos, habitualmente conducidos por suicidas, son el arma que los insurgentes suelen emplear para atentar en Irak.

   Desde que el actual Gobierno iraquí asumió el poder, el pasado mes de abril, más de un millar de personas de este país, en su mayoría policías, han perdido la vida en atentados de estas características en todo Irak.

   Por otro lado, el mando militar norteamericano anunció hoy que dos soldados de la Segunda División de Marines murieron el martes en combates cerca de la ciudad rebelde de Ramadi, en la provincia de Al-Anbar, corazón de la insurgencia en Irak.

   Desde que en marzo de 2003 comenzó la invasión y posterior ocupación de Irak, más de 1.700 uniformados estadounidenses han muerto en operaciones de combate en este país. EFE