¿En banda?

¿En banda?

Aunque las protestas contra los apagones son un acto de justicia, hay quienes están traicionando la causa de los ciudadanos que manifiestan por esos medios su impotencia ante la negativa oficial a propiciar una solución para la crisis energética.

Hay quienes le han añadido a las protestas una alta dosis de violencia y desorden que se traduce en bloqueo de las vías públicas con neumáticos incendiados y agresiones contra vehículos y sus ocupantes. Eso ha estado ocurriendo en diversos puntos del país y se han reportado heridas y lesiones a personas, daños y hasta destrucción de sus vehículos y uno que otro saqueo.

Da la impresión de que muchas de estas protestas han sido inspiradas por delincuentes con la finalidad de obtener botines. Las pedreas contra vehículos en marcha en horas de la noche, que se han producido en algunas carreteras, parecen tener la intención criminal de provocar accidentes que faciliten el saqueo de las propiedades de quienes ocupan los medios de transporte averiados en estas circunstancias.

Lo desconcertante de todo es que las autoridades no están actuando con la energía necesaria para frenar estos desmanes.

-II-

El lunes y el martes en la noche, por ejemplo, en la autopista Las Américas, en las cercanías de la entrada al Puerto Multimodal Caucedo, supuestos manifestantes bloquearon el tránsito y la emprendieron a pedradas contra vehículos en marcha, obligando a desviar el tránsito. En ambos casos la situación se mantuvo hasta que les vino en ganas a los «manifestantes».

Las secuelas de la crisis energética no terminan en estos desmanes. Al amparo de los apagones se han multiplicado los actos delincuenciales, particularmente asaltos a mano armada en horas nocturnas. que tienen como escenario cualquier punto de la capital o poblaciones del interior.

Hay una multiplicación de los actos de delincuencia que es una consecuencia directa de los apagones, por el amparo que brinda la oscuridad para los malsanos propósitos de los delincuentes.

Los niveles de inseguridad ciudadana superan en estos tiempos los de cualquier época anterior y no se percibe que se esté haciendo algo para contrarrestar esa situación. Da la impresión de que todos hemos quedado a merced de los delincuentes que asaltan en cualquier esquina y de los «manifestantes» que se valen de la oscuridad para realizar «protestas» y ataques contra vehículos con propósitos que todos conocemos.

Parecería que la solución del problema de inseguridad ha quedado relegado para la próxima administración, como ha ocurrido con la crisis energética. Parecería que hay aspectos en los que se ha dejado ir al país «en banda».

Manzana de discordia

Hay una inusitada escasez de gasolina y gasoil en estaciones de expendio, que coincide con la escasez cíclica de gas licuado de petróleo a que estamos acostumbrados.

Llama la atención que no esté aún claro a qué se debe la falta de gasolina y gasoil. En un comunicado de la Refinería Dominicana de Petróleo se habló de que la falta de abastecimiento era consecuencia de una sobredemanda de gas y gasoil, pero el presidente de la misma empresa ha dicho, más adelante, que el problema es causado por una pugna entre distribuidores y detallistas.

No parece propio que un elemento estratégico, como los combustibles, pueda ser manzana de discordia que perturbe la marcha de un país.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas