POR JUAN M. RAMIREZ
Cientos de damnificados por la tormenta Noel que arrasó el país hace dos semanas, se concentraron ayer en el barrio Juan Guzmán, en Manoguayabo, para demandar del gobierno que los reubique.

En tanto que crece la presión de los padres y migos de las escuelas ocupadas para que sean sacados  los damnificados de los planteles  para que sus hijos puedna volver a recibir clase.

 Los afectados por la tormenta  que se concentraron en los terrenos inundados fueron más de mil que se encuentran en casas de familiares y amigos, que no fueron a albergados en refugios oficiales.

Quisieron llamar la atención del gobierno porque a ellos no se les ha tomado en cuenta en los planes de las autoridades para las ayudas ni tampoco para reubicarlos como han prometido a quienes están en escuelas, iglesias y otros centros.

Manuel Villalona, de la Junta de Vecinos Juan Guzmán, dijo que ese lugar hay familias que perdieron inversiones hasta de 300 mil pesos, por lo que deben ser auxiliados por el Estado.

Aclaró que su intención no es enfrentar al gobierno, ni de entrar en conflictos con las autoridades, que a los que aspiran  es a que se les tome en cuenta.

“Porque nada más no son los refugiados que están en el liceo Las Américas, la escuela de Hato Nuevo, multicentro de Bella Colina, entre otros lugares, sino que somos más de mil dueños de propiedades que hemos perdido todos”, sostuvo.

Dania Morillo sugirió la formación de una comisión de técnicos del gobierno y los afectados para que evalúe el estado en que quedó la zona y si hay posibilidad de que se reconstruya el lugar que se haga, pero que de lo contrario se busque la solución más digna, no lanzarlo en un refugio para que se lo coma la insalubridad.

Nilvio Polanco, pastor evangélico, expresó que son tantas las calamidades que una niña no soportó y hubo que ponerla en manos de psiquiatras.

 Juan de los Santos (corre camino) quien fue rescatado del techo de un colmado, con el agua al cuello, se mostró dispuesto a colaborar con el gobierno en la solución de vivienda.

Dijo que como él todos los hombres del barrio tienen la misma intención, ya que no quieren que regalen nada sino que lo ayuden.

 Mientras que los damnificados en las escuelas de Hato Nuevo y liceo Las Américas reciben las presiones de los padres de los alumnos quienes llevan dos semanas sin recibir clase.

Jorge Sosa, Pedro Matos y María Fernanda Alcántara, refugiados en la escuela Básica de Hato Nuevo, mostraron su preocupación ya que los vecinos del plantel amenazan con protestas para que los saquen del lugar, con la finalidad de habilitarlo para que pueda reanudar la docencia.

Solicitaron al gobierno reubicar a 61 personas refugiadas en ese lugar en otro lugar digno, no en un multiuso que no tiene siquiera donde hacer sus necesidades básicas.

En cambio, Joselín Gonzalez, quien junto a más de 200 familias está refugiadas en el liceo Las Américas, comprendió la presión de los padres de los alumnos, pero que la salida que han propuesto las autoridades no la mejor, ya que quieren llevarlos a una construcción de la UASD en Manoguayabo, donde lo que abundan son las alimañas, debido al abandono en que está.