En barrios estrenan el año con fiestas, verbenas y parrandas

En barrios estrenan el año con fiestas, verbenas y parrandas

Tras despedir el 2016, la gente estrenó ayer el año nuevo con fiestas, verbenas y parrandas, en diversos barrios de Santo Domingo.
Aunque transcurrieron con relativa calma, lasgozadera presentó uno que otro incidente.
En el ensanche Kennedy, Distrito Nacional, una joven tomó un pedazo de botella bien afilado y atacó a otro joven que estaba montado en una motocicleta. Al tiempo que se defendía, el agredido también atacaba a la agresora, quien lanzó el pedazo de botella a otras personas del grupo, sin herir a nadie. El incidente no pasó a males porque otras personas se interpusieron entre los contendientes.
El hecho ocurrió cerca del Colmado Crystal, donde había carros aparcados con música a alto volumen.
El capitalino Villa Juana también estuvo muy activo. En el Colmado 23, a media mañana había una gran presencia de mujeres y hombres rodeados de botellas de cerveza y whisky.
Según Ezequiel Pérez, cliente del negocio, las fiestas de nochevieja transcurrieron pacíficas.
Al despedir el año “desastroso”, Pérez quiere que este le traiga prosperidad. Así lo manifiesta con acento ronco, mientras mueve un vaso con sustancia etílica.
En tanto, una patrulla policial llegó al negocio y le explicó al dueño que debía cerrar, porque los centros de diversión solo podían operar hasta las 6:00 a.m.
Mientras, jóvenes de uno y otro sexo iban en motores y con bebidas alcohólicas por Villa Juana, Villa Consuelo, Guachupita, Los Mina y Sabana Perdida, estos dos últimos en Santo Domingo Este y Norte.
Guachupita tenía un público animado por el alcohol y la música. En el drink El Vaqueo, unos bailaban salsa, otros ingerían bebidas espirituosas.
Si muchos negocios de diversión estaban abiertos porque así amanecieron, igual en la mañana otros de otra ídole estaban cerrados.
En efecto, colchonerías, tiendas, dealers, repuestos, supermercados y otros establecimientos tenían sus puertas cerradas.
Solo tiendas de ropas esperaban clientes, mientras puestos de fritura y yaniqueques atendían.
“Nada que lamentar, sin herido ni muerto”, informa el coronel Daniel Ramos, encargado de la seguridad en Los Mina. El éxito lo atribuye al operativo policial, que incluyó cerrar calles y solo permitir acceso de personas a los negocios.
Puso como ejemplo que el colmadón La Tablita, que siempre dejaba un saldo trágico, este año no presentó novedad.
Allí llamó la atención un grupo de mujeres sentadas en una mesa repleta de botellas verdes.
En Lucerna lo que atrajo la vista fue un reguero de botellas derramadas en la calzada.
Otros disfrutaban en Sabana Perdida. En la Super Bodega D’Jesús, por ejemplo, unos adolescentes ingerían alcohol.

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