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Miren voy a crear un cielo nuevo y una tierra nueva. Lo pasado quedara olvidado, nadie se volverá a acordar de ello. Llénense de gozo y alegría para siempre por lo que voy a crear”. Isaias -65.17-

Que estas interrogaciones no se adueñen de su vida, y la unidad de todos los dominicanos quiebre esa amenaza continua mediante el auxilio planificado para devolver la serenidad, la tranquilidad y la seguridad mediante la solución oportuna a todos sus problemas en una forma u otra, porque el Estado y todas las personas bien intencionadas y con medios económicos, en una sola comunicación estén dispuestos a dar ayuda para que nuestro pueblo y el país se desenvuelvan dentro de las condiciones de vida mínimas aceptables.

Uno de los problemas de nuestro tiempo, y la República Dominicana no es ajena a él, es liberar al hombre del sufrimiento y transformar esta angustia en paz y hacerlo feliz. Para conseguir que esto no sea un simple enunciado, se necesita que el Gobierno y el país tengan una identificación con el problema y que unidos en un solo esfuerzo, se lancen a un programa de moralización de la sociedad y de apuntamiento económico dirigido a todos los extractos de la sociedad. Es preciso limpiar, sanear la moral del país, pero recordando que no basta con llevar el pan y llenar las barrigas si no se eliminan también a los corruptos, los cuales se jactan del placer y del engaño a los demás; si no se indica al pueblo y se le lleva de la mano por el sendero del trabajo honesto, por el camino de la moral y del bien. El progreso en este sentido será lento, pasarán años para poder saborear las delicias de una liberación, y habrá vacilaciones, desalientos y un volver a comenzar de nuevo, pero es necesario dar el paso adelante, ninguna obra se concluye si previamente no hubo iniciación. El problema existe, las condiciones están dadas, pero necesitamos arrancar, no esperemos para después, iniciemos la marcha hoy mismo, con mucha fé, con firmeza, con entusiasmo, sin pereza, que con mucho amor tendremos una nueva tierra para que el hombre sea liberado y pueda llevar una vida plena de satisfacciones en un mundo más humano.