En Cancino, la escuela es “otra cosa”

<P>En Cancino, la escuela es “otra cosa”</P>

El entorno polvoriento, las calurosas  ranchetas y la constante pérdida de docencia quedaron en el pasado para los estudiantes de las escuelas Sabana Toro, de San Cristóbal, y Cancino Adentro, de Santo Domingo Este, que iniciaron este año escolar en nuevos recintos. Las autoridades entregaron los planteles a  los que profesores y estudiantes se acostumbran poco a poco. “Trabajábamos en condiciones inhumanas; ahora los niños se sienten bien y están muy motivados”, declaró la profesora del tercer  grado Amalia Paulino.

El entorno polvoriento, las calurosas  ranchetas y la constante pérdida de docencia quedaron en el pasado para los estudiantes de las escuelas Sabana Toro, de San Cristóbal, y Cancino Adentro, de Santo Domingo Este, que iniciaron este año escolar en nuevos recintos.

 Las autoridades entregaron los planteles a  los que profesores y estudiantes se acostumbran poco a poco.

“Trabajábamos en condiciones inhumanas; ahora los niños se sienten bien y están muy motivados”, declaró la profesora del tercer  grado Amalia Paulino, quien labora en el centro educativo Cancino Adentro (Santiago Hirujo Sosa).

La remodelación y ampliación del centro, que costó RD$33.9 millones, es fruto de una intensa lucha de la comunidad que por más de diez años se mantuvo incansable haciendo paros, piquetes y solicitudes.

El recinto en el que antes funcionaban  ranchetas con techos de zinc y cuyo polvoriento patio sirvió de “aula”, es hoy un moderno entorno compuesto por dos módulos de tres niveles, con 24 aulas, cancha deportiva, cocina, gacebo, área del nivel inicial y un jardín con bancos y plantas identificadas.

Pero el cambio no sólo ha sido en la planta física.

Como atestigua la maestra del cuarto curso Yamira Merán, los estudiantes también han hecho una transformación.

“Los niños eran muy agresivos. Ahora pelean menos y atienden más a la clase”, dice Merán.

La directora, Yolanda Mejía, afirmó que lo más importante por el momento es asegurar que los niños aprendan en ambientes adecuados y que cuiden de su centro educativo.

 La escuela tiene una matrícula  de 878 alumnos que asisten en dos tandas. Su recinto fue intervenido por primera vez en 2005.

Sabana Toro.  El calvario de la comunidad educativa comenzó en el año 2004, cuando se determinó que la escuela tenía vicios de construcción y debió ser demolida.

 De ahí que se habilitaran ranchetas y se sobreocuparan las aulas existentes, ocasionando pérdida de docencia, ambiente poco favorable para el estudio y desgaste de la edificación.

 La espera de los nuevos edificios se extendió por seis años, pero “valió la pena”, como aseguran los estudiantes y profesores.

El ambiente que antes parecía un taller de mecánica en el que los niños se topaban con pedazos de varillas, bloques y otros materiales, es hoy un encantador centro que consta de dos módulos de 16 aulas, cancha, gacebo y jardines.

La remodelación costó RD$38.5 millones.

El centro fue reinaugurado con el nombre de Lourdes Ferreira y tiene 810 alumnos.

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Promesas

Está pendiente la instalación de un centro de Informática, Laboratorio de Ciencias, dispensario médico y biblioteca, que fueron prometidos a la comunidad educativa de Cancino Adentro por el ministro de Educación, Melanio Paredes.

Nuevo comportamiento

 Las profesoras que imparten docencia en la escuela de Cancino Adentro confesaron que desde que se trabaja en el recién inaugurado plantel, sus estudiantes muestran un comportamiento distinto, en el sentido de que son menos violentos y están más atentos a la clase.

Recuerdos de lucha

Los profesores y líderes comunitarios que lucharon tantos años por su nuevo recinto están satisfechos.

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