En caso BA rompieron barreras de ley, del uso y la costumbre

En caso BA rompieron barreras de ley, del uso y la  costumbre

La mejor evidencia de que era económico y no agrícola el interés de los terceros adquirientes de buena fe a título oneroso, y de los demás que deslindaron en terrenos de Bahía de las Aguílas, es que todas las resultantes de los deslindes aprobados por el Tribunal Superior de Tierras (TST) recayeron únicamente sobre la zona costera, comprendida en el centro de la playa.

A esa conclusión llegó la jueza de la Octava Sala del Tribunal de Tierras (TST), Alba Luisa Beard Marcos, luego de comprobar “ transferencias, ventas y deslindes acelerados”, a partir de la transferencia que realizó el entonces Registrador de Títulos Luis Ramírez Suberví, a favor del Instituto Agrario Dominicano (IAD), con la cooperación de la dirección de Bienes Nacionales.

Afirmó que los certificados de títulos emitidos a consecuencia de constancias anotadas y órdenes de transferencia del TST que aprueban deslindes, así como las emitidas por orden del IAD, “rompen las barreras de la ley, del uso y la costumbre”, pues las mismas fueron realizadas en cuestión de horas.

Un festival de reparto La magistrada Beard Marcos dijo que todo eso ocurrió aún cuando hubo doble transferencias, e incluso oposición a ellas, a deslinde, subdivisión y expedición de certificado de título, de lo cual no era ajeno Ramírez Suberví. Agregó que además ese funcionario en ningún caso podía realizar doble transferencia en menos de 24 ni de 48 horas, como lo hizo.

 

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