En caso Tony Peña, Hipólito tuvo razón

En caso Tony Peña, Hipólito tuvo razón

Las épocas de las ideologías y los principios han venido quedando atrás en los partidos políticos de la República Dominicana hace mucho tiempo, y esto quedó evidenciado con el acto de juramentación de Tony Peña Guaba como secretario general del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), donde quedó demostrado que sólo primaba en él, alcanzar un cargo relevante en cualquier organización política.

Es aberrante que nuestros dirigentes políticos únicamente actúen dentro de las entidades políticas por la consecución de un cargo o beneficios personales, como ha ocurrido con Tony Peña Guaba, que con su actuación da la razón a Hipólito Mejía, quien había manifestado que la salida de Tony del Partido Revolucionario Moderno (PRM) se debió “a su obsesión por la secretaría general” de esa organización política de reciente formación.

También ha quedado demostrado dónde ha llevado el ingeniero Miguel Vargas Maldonado al Partido Revolucionario Dominicano, PRD, otrora institución democrática, convertida hoy en una entidad manejada al antojo y capricho del señor Vargas.

Tony Peña Guaba ha quedado muy mal parado ante la sociedad dominicana, que observó el trato que le dio Miguel Vargas cuando junto a Guido Gómez Mazara pretendieron aspirar a dirigir el PRD, uno como secretario general, y el otro a la secretaría de organización del partido blanco junto a Miguel Vargas.

Ahora bien, deberá llegar el día en que la actividad política en la República Dominicana sea adecentada, y que nuestros dirigentes políticos piensen un poco más en el bienestar el país y los dominicanos, y no solamente en su provecho personal.

En estos momentos la decencia se ha perdido, y la credibilidad de nuestros dirigentes políticos anda por el piso, pero no es verdad que nada dura para siempre. Es necesario seguir reclamando decencia, y obligar a la dirigencia política actuar con más diafanidad.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas