En celebración con El Día

En celebración con El Día

Con el surgimiento del periódico El Día, que celebra hoy su décimo séptimo aniversario, en el espectro de la comunicación dominicana quedó abierta una opción novedosa en términos informativos, de opinión y como fuente de orientaciones al ciudadano; un medio, además, de poderoso alcance publicitario, lo que quedó a la vista desde el primer momento. La unión en funciones de profesionales, con experiencia unos, y con vigor y creatividad juvenil otros, logra una sostenida identificación con los lectores a los que llega con la buena pro de la circulación sin costo por su contenido. Proyecto exitoso para quienes emiten diariamente su descripción de hechos nacionales con valoraciones y criterios precisos e independientes para la toma de decisiones como para quienes acuden a sus páginas para edificarse.

El Día es obra de comunicadores decididos a proporcionar noticias, análisis y reportajes con sellos de originalidad y la adición regular y plural de los puntos de vista de acreditados articulistas. Su dedicación a producir material exclusivo enriquece el periodismo dominicano, no solo con emisiones en papel. También en su ágil y actualizada versión digital, como corresponde a un medio de expresión decidido a llegar al gran público por todas las formas con las que avanza el mundo. El director de El Día, José P. Monegro, y el equipo que le secunda desde diversos niveles de tareas merecen reconocimiento y felicitación.

Reglas más equitativas

Como bien ha propugnado el ministro de Energía y Minas, Antonio Isa Conde, el país debe atraer inversiones para la industria de extracción de las riquezas abrigadas en su territorio en adición a las explotaciones ya establecidas para lo que es imprescindible adoptar un marco regulador avanzado que inspire confianza a firmas interesadas y de alta calificación. Leyes, normativas técnicas y políticas fundadas en el interés nacional al abrir puertas a capitales.
Que la acción del hombre para separar componentes no deje recursos naturales en total pérdida o sin remediación. Que las adjudicaciones garanticen la participación en beneficios que corresponda a la condición de propietaria de los espacios aprovechados que asiste a la nación. Los tropiezos hacen levantar los pies, crean conciencia y obligan a impedir concesiones onerosas.

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