En cien días…

En cien días…

MARTHA PÉREZ
Cuando de voluntad se trata no se requiere de mucho tiempo para responder a las tareas que se tengan entre manos; los hombres y mujeres honestos, trabajadores, conscientes del rol que les corresponde como verdaderos ciudadanos son aquellos capaces de hacer hoy lo que pudieran dejar para mañana. Esto ha quedado demostrado en los primeros cien días de ejecución del plan de gobierno del Doctor Leonel Fernández y el Partido de la Liberación Dominicana, en un aspecto esencial resaltado por el propio presidente de todos los dominicanos en su alocución del lunes 29 de noviembre pasado, como es la recuperación de la confianza por parte de sectores sociales y agentes económicos nacionales e internacionales.

Desde antes del discurso, la gente que va y viene en las calles de nuestro país, que es la que denominamos la «gente común», había cambiado sus expresiones de descontento, angustia e incertidumbre, por expresiones de alegría, fe y esperanza, mostrando un rostro iluminado que comenzaba a desvanecer las asperezas de la resaca económica, cual señal de borrachera en una mañana bañada de sol caribeño, después de una larga velada entre tragos de agua ardiente consumidos bajo el impulso de la soledad, el desamor y el desconsuelo.

En cien días, la sociedad dominicana ha vuelto a despertar en uno de sus más brillantes amaneceres. Y no se trata de la magia de la varita aquella, no; porque todavía quedan grandes nubarrones cargados que anuncian tempestades, para lo que urge una estrategia de prevención de desastres que evite seguir en el difícil camino por el que transitaba la sociedad dominicana antes del 16 de mayo. Se logró bajar de forma sorprendente la tasa de cambio del dólar, lo que aumentó el valor de la moneda nacional y se reflejó en los precios de la mayoría de productos básicos; se logró bajar sigficativamente el precio de los combustibles, en relación con la escala alcista que se mantenía cada semana en el pasado reciente; estos logros, entre otros de gran relevancia en términos de las políticas sociales, económicas, financieras; de política exterior, etc.; han contribuido a crear un ambiente de esperanza en el porvenir. Sinembargo, la gran tarea aún está por delante, para lo cual, la participación e integración ciudadana, desde las instituciones públicas y privadas; los sectores sociales y políticos, constituyen el vector que ha de dirigir la fuerza de gravedad hacia el bienestar de la ciudadanía, apoyados en el plan de acción gubernamental cuyas semillas han sido tiradas en terreno abonado con voluntad política y de servicio, produciendo la germinación que va a garantizar los frutos de una cosecha -que por los primeros rubros en cien días- apunta a ser de ciclo largo.

El doctor Leonel Fernández está dando muestras de que la unidad hace la fuerza; y de que un gobierno sustentado en la unidad amplia, diversa y plural tiene garantizado el éxito de sus ejecutorias. Por eso, su planteamiento de la necesidad de fortalecer las instituciones del Estado, de la lucha contra la corrupción, por un lado, y el hecho de considerar el problema energético, la violencia, el narcotráfico y el crimen organizado como las principales amenazas para el futuro de la República Dominicana; confiado además en la actitud de colaboración del Congreso Nacional, sectores empresariales y de la sociedad civil, asi como de los funcionarios y empleados del Estado, entre los que hay que destacar a las fuerzas aliadas al PLD en las elecciones de mayo pasado, constituyen una muestra ineludible de una clara visión de un gobierno de unidad nacional para garantizar el bienestar del pueblo dominicano, en una República Dominicana con progreso económico, democracia real y equidad social; más allá de los cuatro años del mandato constitucional. ¡Enhorabuena! Señor Presidente; adelante pués, con la unidad de todos y confiado en el respaldo del pueblo dominicano.

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