En defensa de Los Haitises

En defensa de Los Haitises

La Región de los Haitises es el monumento natural más importante de Las Antillas, por  su belleza extraordinaria, su biodiversidad y su gran importancia socioeconómica,  patrimonio que debe ser defendido a toda costa de los depredadores, tanto leñadores y agricultores poco conscientes, como empresarios inescrupulosos en contubernio con funcionarios corruptos.

Toda la Región, rica en costas con manglares, vegetación tropical, mogotes  y numerosas especies de aves endémicas y migratorias, se abre entre las cordilleras Septentrional y Central, no lejos de la cordillera Oriental, las principales cadenas montañosas del país, y cercana a zonas de gran  afluencia turística; tiene un gran potencial para el turismo ecológico y de investigación, capaces de desarrollar junto a las playas aledañas, gran actividad inmobiliaria, dada su ubicación en el fondo de la bahía de Samaná, y cercana a  las playas de esa provincia, Sabana de la Mar y Miches.

Los Haitises se distingue, sobre todo, por su importancia para el régimen de aguas del país: por una parte constituye la brecha que le da entrada a los vientos alisios cargados de humedad, que desde el océano Atlántico se desplazan hacia el valle del Cibao, cuya ferocidad es proverbial; y por su topografía kárstica, compuesta de roca caliza fragmentada, que es muy permeable y porosa, lo que ha generado un sistema subterráneo de cavernas, sumideros, surcos y dolinas, el cual constituye una reserva natural de agua que abastece a  gran parte de la llanura oriental del país, particularmente en las provincias Monte Plata, Santo Domingo, Hato Mayor y San Pedro de Macorís, de donde salen corrientes que nutren unos diecisiete ríos que cruzan de norte a sur esa región, particularmente el río Brujuelas, en gran parte subterráneo, quizás el más caudaloso del país, así como multitud de pozos y fuentes que surten de agua   de calidad los centros de la zona, sin los cuales el turismo, la industria y la población de esa región estarían en grave peligro.

La concesión al Consorcio Minero Dominicano S. A., en el Distrito Municipal  Gonzalo, le permite a éste extraer yeso, carbón, hierro, bauxita y roca caliza, que son materias primas fundamentales del cemento, en un total de 14,758,95 metros cuadrados. Hay  otras compañías que han obtenido del gobierno dominicano concesiones para otras explotaciones en las cercanías de Los Haitises, atraídos por una combinación de materias primas de fácil extracción, puerto  y aeropuerto cercanos, carretera pavimentada, terrenos a precios insignificantes y funcionarios complacientes.  Todo parece invitar a participar en el festín de la depredación de ese tesoro nacional.

El actual Parque Nacional de Los Haitises tiene límites estrechos, porque fueron previamente reducidos a menos de la mitad. El Proyecto bordea su supuesta  “área de amortiguamiento” por sus lados norte y este, y afecta la sierra de Yamasá, así como las cuencas del río Payabao, afluente del Yuna, y del Ozama, que son vitales para el desenvolvimiento social y económico de la Republica, incluyendo su capital.

¿Es posible que algo así suceda a la  luz pública en pleno siglo XXI?

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