En defensa del consumidor

En defensa del consumidor

En El Gordo de la Semana, programa de Freddy Beras Goico, dije en una ocasión que aquí había leyes para todo, que el problema era que no se cumplían.
Recuerdo que, en 1955, en plena era de Trujillo, se dispuso cambiar el régimen de pesos y medidas para que rigiera el sistema métrico decimal.
Era un simple cambio de fanegas, cajones, arrobas, quintales, pies, pulgadas libras etc., por metros, quilos, centímetros.
Hubo que derogar la disposición.
El comercio encontró la forma de retrasar, hasta torpedear el nuevo y lógico sistema que distorsionaba la costumbre ancestral de comprar por libras y medir por pies.
Ahora, el comercio ha encontrado otros modos de incumplir las leyes y mantener su engaño a los consumidores.
De aquel tiempo quedaron, bajo Industria y Comercio, inspectores de Pesos y Medidas cuya misión fundamental era constatar que las balanzas que usaban los comerciantes estuvieran bien calibradas, para que el comprador obtuviera la cantidad que pagaba, de uno y otro artículo.
Esos funcionarios junto a los inspectores de Sanidad, que controlaban la calidad de los alimentos que vendían los comercios, han desaparecido, no se ven, no se sienten.
Recordemos que durante nadie sabe qué tiempo se autorizó a los vendedores de gas licuado de petróleo a “llenar” los cilindros de 100 libras con sólo 80, pero cobraban las cien.
Sabido es que en supermercados ahogan en agua fría los pollos y los dejan congelar para que pesen más de la cantidad del alimento que dicen vendernos… y nadie hace nada.
¿Acaso usted no ha sido víctima del golpe del mal olor que emana de la carnicería de uno u otro supermercado de lujo? ¿No ha comprado un paquete de hortalizas cuyo fondo está podrido y artísticamente ocultado? ¿Quién vigila, quién controla, quién supervisa, quién hace cumplir las leyes de Sanidad y las de Pesos y Medidas?
¿Quién controla la calidad de los granos, arroz y otros? ¿Quién controla los gorgojos en las habichuelas, en el maíz en grano, en la harina de maíz? ¿Quién?
¿Sabemos si es mantequilla o un compuesto químico lo que compramos, sea criolla o extranjera? ¿Y los embutidos y los quesos? ¿Sabemos la composición de los aceites comestibles? ¿Quién controla la calidad de los alimentos importados, granos, embutidos, quesos, aceites, enlatados?
¿Cuánto hace que usted no ve una noticia sobre la incautación, retiro y sometimiento a la justicia, por la venta de productos cuya fecha de vencimiento está “requetepasada”? ¿Y qué decir del manejo, calidad, higiene y precios de las carnes?
Mi amigo Castillito decía, en Rentas Internas, que los dominicanos vivimos porque Dios es grande y el aire es gratis, como era higüeyano agregaba “y la Virgen de la Altagracia”.
Aquí hay buenas tareas para Defensa del Consumidor. ¡Adelante!

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