En desacuerdo

En desacuerdo

[b]Señor director:[/b]

Quisiera expresar mi sorpresa y desagrado al enterarme que el Partido de los Trabajadores Dominicanos (PTD), antiguo miembro de la mayoría legislativa y municipal del PRD de Peña Gómez en el Congreso y en los Ayuntamientos, decidió aliarse al PLD para apoyar la candidatura presidencial del doctor Leonel Fernández y llevarlo en su boleta electoral como candidato propio.

Según carta del señor Ohelmis Sánchez publicada en Hoy el pasado 25 de enero, esa alianza tiene por objeto «que el doctor Leonel Fernández Reyna dirija nuevamente los destinos del país, para lograr una república más productiva, con un gobierno más democrático y decente, para cambiar el rumbo del país».

Me sorprende que ese compañero haga esas afirmaciones desde la provincia que José González Espinosa representó como Senador por dos periodos consecutivos (ocho años) llevado en la boleta del PRD y que olvide que El Peguerazo en la Cámara de Diputados y el asalto a la Liga Municipal no fueron actos democráticos del PLD, como tampoco lo fue el asesinato de la compañera Altagracia Peña Díaz (Talan) el domingo 21 de abril del año 1996, quien dejó ocho hijos huérfanos por disparos que fanáticos peledeístas hicieron contra el actual Secretario General del PTD Antonio Florián (Peñita). También se olvida del hambre que padecen los extrabajadores de los privatizados ingenios azucareros del Estado y otras empresas públicas y su sospechosa actitud de defensa a los responsables del gran hoyo de Baninter.

Tengo entendido que el PTD es un partido revolucionario que dice luchar por un país verdaderamente productivo y por encaminar a la nación por un rumbo progresista, contrario a la orientación conservadora que ha caracterizado las gestiones de los últimos tres gobiernos, incluyendo por supuesto al del PLD, conforme lo expresa el resumen de las resoluciones del VI Congreso Nacional del PTD, celebrado recientemente.

No se puede postular una línea, un programa y una política antineoliberal, de defensa al patrimonio nacional, que implica confrontar a los privatizadores desalmados, a los que nada les importa que la miseria y el atraso aumenten en la misma proporción que aumentan las fortunas y el derroche de una minoría de nuevos y viejos ricachones, metidos a banqueros y a comisionistas, y al mismo tiempo practicar una política de alianzas con neoliberales y conservadores ultraderechistas.

Con el perdón de los petedeistas militantes y sus pensadores más profundos, eso no es ni parecido a la política del frente amplio que promueven, con éxito cada vez mayores, las fuerzas progresistas, democráticas y revolucionarias de América Latina. Eso es sólo más de la misma vaina que han ofertado los conservadores, que son tan amplios que acogen en sus alianzas, en sus ofertas y en sus gobiernos a los patriotas y luchadores cansados que han decidido rendirse y simplemente ser parte de las fuerzas gobernantes. Balaguer construyó más de un Frente Amplio de ese tipo.

Por favor, busquen otros argumentos, porque en fin de cuentas ustedes son libres de hacer lo que mejor crean. Pero… así no fue que hablamos. Ese partido va a terminar siendo otra cosa diferente al que yo milite junto a tantas otras gentes soñadoras.

Atentamente,

Profesora Altagracia Rodríguez Rodríguez

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