En Domingo Savio mayoría vive de chiripeo, drogas y gallerismo

En Domingo Savio mayoría vive de chiripeo, drogas y gallerismo

El pais.Graficas del barrio de lo Guandules y Rio Ozama.Hoy/Pablo Matos 23-08-2018

La mayoría de las familias que habitan la zona más vulnerables de los barrios La Ciénaga y Los Guandules, que conforman Domingo Savio, viven de las ventas de drogas, el chiripeo y gallerismo, de acuerdo al estudio socio económico elaborado por la Unidad para el Reordenamiento de La Barquita y Entorno (URBE).
Mediante un recorrido por toda la franja de los citados sectores, se pudo comprobar que en su gran mayoría las viviendas son de madera y zinc, muchas carcomidas por el tiempo, otras con techos y laterales de hojalata, algunas con letrina fuera conectadas al río, otra sin estas y donde sus habitantes hacen sus necesidades en fundas para lanzarlas al río Ozama.
En el estudio, resultado del debate con las organizaciones sociales y religiosas, se determinó que en La Ciénaga se incluyeron 634 viviendas, en las que están asentadas 686 familias, con 2,087 personas.
Determinó asimismo, que en el 16% de las viviendas reside una persona; fueron encontradas 15 viviendas desocupadas, 5 en construcción y 9 negocios solos.
Mujeres jefas. Urbe observa cómo el 51% de los jefes de familias son mujeres y que el 83% de los residentes en esta área plantea que ha vivido por más de 10 años.
Un 13% de los que tienen 18 años o más obtienen cédulas, y de los que tienen menos de 18 años, el 14% no poseen inscripción de nacimiento y un 40% no cuenta con seguro médico.
Las drogas. El área posible de intervención se caracteriza por tener una gran influencia de los distribuidores y traficantes de drogas (puntos de drogas) lo cual constituye una alternativa de subsistencia ante la falta de empleos.
La ocupación de los espacios públicos, ya sea por construcciones, comercios, talleres y motoristas, es una de las problemáticas más graves que matizan la cotidianidad barrial.
Igualmente, la poca educación vial, el incumplimiento de las leyes y de forma adecuada de convivencia y necesidad de procesos formativos son peculiaridades de la población residente en esta zona de riesgo.
Los Guandules. En Los Guandules, el estudio determinó que se incluyeron un total de 750 viviendas, en las áreas más vulnerables, con un total de hogares de 818 y 2,016 personas en esa barriada.
Indica que en este sector el 33% de las viviendas tienen un residente.
Existen viviendas desocupadas (81) en construcción (18) negocios solos (7) y otros tipos de edificaciones (iglesias, trabas). Estas últimas muy peculiares por su vínculo con la actividad principal del barrio (las drogas) con 9.
Predomina el hombre. El estudio determinó que los jefes de familias son mayoritariamente hombre (más del 55%). De igual modo, que el 66% de los residentes en esta área señalan que han vivido allí por 10 años o más, la posesión de cédula, certificación de nacimiento y seguro médico, son muy similares a los de La Ciénaga.
Muy conflictiva. Determinó que el área del riesgo es altamente conflictiva –existe una infraestructura de distribución de drogas.
Asimismo, que no existe estructura educacional –solo una escuela con malas condiciones, no hay fuentes legales de trabajo, y existen enfermedades de baja incidencia en otros países de altos riesgos, como es la tuberculosis.
Irrespeto. No existen espacios públicos adecuados, lo que hay están ocupados por motoristas y colmados para las ventas de bebidas alcohólicas.
En ambos casos, precisa, se impide el libre tránsito y se toman calles y aceras para fines particulares, con un alto componente de violencia en las relaciones y convivencias.
Urge formación. Considera que en forma más impactante se hará necesario procesos de formación, institucionalización, “respeto a las leyes” en los residentes que deberán de cambiar sus hábitos y forma de vida drásticamente.
De igual modo, implementar algunos planes de formación técnica para facilitar el acceso al empleo.
Ambos barrios pertenecen a Domingo Savio, el barrio de mayor violencia homicida de la capital, con 311 víctimas por esa causa en el período 2005 al primer semestre de 2016.
Testimonios. Saturnina Suero, señala que vive en la frontera entre La Ciénega y Los Guandules desde 1982, donde son seis miembros que viven del chiripeo de los hijos, porque no cuenta con esposo.
Su casa es de zinc y madera, con piso de cemento rústico y sanitario fuera, aspira a que el Gobierno la desaloje dignamente, sin abuso, como se ha denunciado con los primeros desocupados.
“Uno vive aquí no porque uno quiere, sino por la necesidad, porque de lo contrario estuviésemos allá arriba”, expresó.
Juan Isidro Rosario, dice que es albañil y tiene alrededor de 50 años viviendo en la zona y actualmente comparte un techo con un hijo y una nieta.
Su casa es de madera y zinc, de una sala y un cuarto para dormir, piso de cemento pulido y sanitario dentro.
Eusebio de Jesús, es un joven que vive de la pesca, que ahora está floja, porque el río está sucio, habita en el Callejón Bermúdez en una casa de madera y zinc.
Aspira a que las autoridades ofrezcan un trato digno.

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