En el 2008 la reelección se impuso con el uso de los recursos del Estado

<P>En el 2008 la reelección se impuso con el uso de los recursos del Estado</P>

Las elecciones del 16 de mayo del 2008 siguieron la lógica de los comicios dominicanos en los que el jefe del Estado es candidato: se impone el uso de los recursos del Estado contra sus adversarios. Leonel Fernández resultó reelecto.

Desde la celebración de las elecciones internas del  Partido de la Liberación Dominicana (PLD) comenzaron a sentirse a nivel nacional las denuncias de “uso y abuso” de los recursos del Estado, que ganaron fuerza hasta convertirse en el centro del debate electoral con miras a los comicios del 16 de mayo del año 2008.

“Me venció el Estado”, frase que utilizó el entonces candidato a la nominación presidencial del PLD, licenciado Danilo Medina, al enterarse del triunfo del Presidente Leonel Fernández en la contienda interna, sería el preludio de las consignas que  más tarde asumirían los partidos de oposición,  la  sociedad civil y los    analistas políticos.

  Los meses previos a las elecciones, en que Fernández resultaría electo por tercera vez, fueron dominados por cuestionamientos que buscaban diferenciar cuándo el Presidente asistía a actos públicos como mandatario, y cuándo lo hacía como  candidato.

Finalmente, Fernández alcanzó la Presidencia y  entró al selecto grupo de gobernantes  que ha ocupado esa posición por largos periodos, al totalizar 12 años.

En ese entonces el aumento de la delincuencia, los apagones y el alto costo de la vida eran los principales problemas que aquejaban a la sociedad, según los resultados de las entregas  de la encuesta Gallup-HOY.

Partidos y alianzas.  Siete candidatos se disputaron la Presidencia en los comicios del 2008: Leonel Fernández, por el PLD; Miguel Vargas Maldonado, por el Partido Revolucionario Dominicano (PRD); Amable Aristy Castro, por el  Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), y Eduardo Estrella,  por el  Revolucionario Social Demócrata (PRSD).

También, Trajano Santana, del Partido Revolucionario Independiente (PRI); Guillemo Moreno, aspirante presidencial del Movimiento Independencia, Unidad y Cambio (MIUCA), y Pedro De Jesús Candelier, del Partido Alianza Popular (PAP).

En cuanto a las alianzas, el partido morado logró aglutinar una fuerza integrada por once organizaciones: Alianza Por la Democracia (ADP), Bloque Institucional Social Demócrata (BIS), Partido de Unidad Nacional (PUN), Partido de los Trabajadores Dominicanos (PTD) y el  Partido Quisqueyano Demócrata Cristiano (PQDC).

Asímismo,  con el  Partido Liberal de la República Dominicana, Unión Demócrata Cristiana (UDC), Partido Renacentista Nacional (PRN), Partido Demócrata Popular (PDP), Partido Popular Cristiano  y la  Fuerza Nacional  Progresista (FNP).

El PRD, por su parte,   logró concertar tres alianzas: con el Partido Verde de la Unidad Democrática (PVUD), Alianza Social Dominicana (ASD) y el Movimiento Democrático Alternativo (MODA).

De igual forma, el PRSD se alió al Partido Humanista Dominicano (PHD).

Pero el PRSC,  PRI,  MIUCA y el PAP participaron en los comicios sin aliados.

Ambiente electoral.  Desde el inicio del año electoral, los comicios estuvieron polarizados entre los candidatos del PLD y el PRD, Leonel Fernández y Miguel Vargas Maldonado, quienes mantuvieron el ambiente “caldeado” acusándose mutuamente  de poseer  fortunas   de origen cuestionable.

Fue notoria la insistencia de  Vargas Maldonado  para que Fernández asistiera a un debate electoral para discutir sus respectivos planes de Gobierno, pero este encuentro nunca se produjo. El Presidente y candidato Fernández   respondió que “la oposición no sabe conceptualizar”,  y que “águila no caza moscas”.

Las descalificaciones y uso de términos descompuestos fueron comunes durante la  campaña, en la que no faltaron las referencias públicas de reconocidos dirigentes partidarios como “perros realengos”, “viralatas”, y otros improperios, como indican las reseñas  periodísticas de la época.

Los constantes “dimes y diretes” provocaron que la Iglesia Católica, Fundación Institucionalidad y Justicia (FINJUS), Participación Ciudadana y otras reconocidas organizaciones de la sociedad civil solicitaran la intervención de la Junta Central Electoral (JCE).

La construcción de la primera línea del Metro de Santo Domingo  fue de los temas más sonados en la campaña, debido a los cuestionamientos por la comisión de supuestas  irregularidades, y porque se ponía en entredicho la prioridad de la obra de transporte.

El ingrediente pintoresco lo introdujeron  las acciones clientelistas, que se manifestaban en la entrega de dinero, animales vivos, alimentos e incluso de tarjetas Solidaridad “a futuro”, por parte de  varios de los candidatos presidenciales.

Contrario a procesos anteriores, los hechos de violencia no fueron un problema mayor en la campaña del 2008, lo que  se atribuye a que los Comandos de Campaña del PLD y PRD  pactaron sus actividades para evitar  coincidencias.

Aunque de forma relegada, los candidatos también expusieron sus principales planes de Gobierno; Vargas Maldonado se concentró en la reducción de impuestos y aumento de sueldos, en tanto que Fernández prometió mantener la estabilidad económica, ampliar los programas sociales y  desarrollar un plan masivo  de construcciones.

“Uso y abuso”.   Para  el mes de marzo, 13 de los 16 secretarios de Estado estaban integrados al Comando de Campaña reeleccionista, y la mayoría de funcionarios públicos tenía alguna responsabilidad en la organización de la campaña.

  De hecho, en el aparato reeleccionista los funcionarios asumían funciones similares a  los cargos que ostentaban, por ejemplo el director de la Oficina Metropolitana de Servicios de Autobuses (OMSA) era también el encargado de transporte en la campaña.

 A esto se agrega el hecho de que, en sus constantes desplazamientos a los pueblos, los funcionarios   usaban vehículos, combustibles y dietas que eran pagadas con fondos públicos.

 Como indican los informes de Observación Electoral de Participación Ciudadana, la captación de líderes de   oposición, en especial del  PRSC, también fue auspiciada por el aparato gubernamental, con  la promesa de cargos.

  Aunque las críticas crecían como bola de nieve,  no fue sino hasta que la periodista Nuria Piera reportó sobre la existencia de unas “nominillas” o “nóminas CB”, para 42,343 líderes del PLD, que se agitó el debate por el uso de los fondos del Estado en la campaña.

La controversia sobre el dispendio de más de RD$143.1 millones mensuales en pagos a presidentes de Comités de Base del PLD arropó la opinión pública hasta que, en una decisión sin precedentes, el Pleno de la JCE dispuso que el Gobierno cesara los  pagos de inmediato. El organismo, además, recibió la presión de los partidos de oposición, que celebraron una cumbre  en torno al tema.

Resultados electorales. En mayo del 2008 la población nacional estaba estimada en 9.7 millones, de los cuales  5,764,387 fueron convocados para votar en  13,075 colegios.

Los votos válidos ascendieron a 4,086,541, y de estos, 2,199,734 (53.83%) fueron para el  PLD y sus aliados, y  1,654,066 (40.48%) para el PRD y aliados.

Vargas Maldonado aceptó la derrota el mismo 16 de mayo y no hubo cuestionamientos post-electorales a  la JCE, presidida por  Julio César Castaños Guzmán.

Las claves

1.  Propaganda oficial

El gasto en publicidad de las instituciones del Estado mantuvo una tendencia creciente, superando incluso a la del partido  de Gobierno PLD.

2.  Hubo desequilibrio

La publicidad de los partidos fue desigual, ya que el PLD triplicó en gasto al PRD, y lo superó cinco veces si se agrega la publicidad de entidades públicas. La JCE retiró ocho comerciales de instituciones del Estado.

3.  Gasto exagerado

Al mes de marzo, se habían colocado 5,047 vallas en las tres principales carreteras del país; De estas, 3,076 (60.95%) eran del PLD, sus aliados e instituciones del Estado.