¡En el 2010…exijamos!

¡En el 2010…exijamos!

Todos coincidimos en calificar el pasado año 2009, como un año malo… negativo en todos los órdenes. Pero debemos preguntarnos… ¿Para qué sirven nuestras lamentaciones? A mi juicio para nada.

Es por ello, que sugiero que todos los dominicanos y dominicanas que aspiramos un presente y un futuro mejor que nuestro pasado, iniciemos el año 2010 reflexionando sobre “lo que debemos de hacer y lo que debemos dejar de hacer”, para mejorar las condiciones de vida de nuestra sociedad. El presente año es determinante. Vamos a elegir nuestras a autoridades congresionales y municipales por un larguísimo período de seis años. Por tanto, antes de expresar nuestras preferencias, que se concretizan con la emisión del voto el próximo 16 de mayo. Los aspirantes a cargos electivos –en su mayoría salvo raras excepciones- mantienen la negativa costumbre de fundamentar sus campañas en elementos intrascendentes, ofertando en ocasiones cosas muy distantes de las reales funciones inherentes a los cargos a que aspiran. Nosotros, que somos quienes les otorgaremos el mandato para legitimar sus funciones, debemos exigirles la presentación de propuestas sobre lo que harán en relación a los temas nodales que en la actualidad generan inquietud y desasosiego en todos los sectores de la vida nacional.

Ante esta indiscutible realidad…exijamos:

En el plano municipal: que los aspirantes –a síndicos(as) y regidores(as)- tengan conocimiento de las leyes municipales, ya que ellas han sido elaboradas para orientar y asegurar el manejo ordenado y racional de nuestros bienes municipales, para por vía de consecuencia ofrecernos los servicios fundamentales requeridos en los municipios que conforman el país. Tenemos que exigir la transparencia y sinceridad de las funciones municipales; ellas no pueden seguir siendo premios partidarios. En el plano congresional: exigir a los aspirantes a Senadores y Diputados, que en sus respectivas provincias y circunscripciones presenten propuestas escritas sobre sus planes legislativos, especialmente en corrupción, el narcotráfico, la inseguridad ciudadana y otros, que en diferentes medidas han transformado el estilo y forma de vida de la sociedad dominicana.

Los escándalos sobre estos preocupantes temas son tan frecuentes que el de hoy, hace olvidar al de ayer. Nuestros legisladores deben comprender que sus funciones esenciales no son crear “fundaciones”, ni mucho menos ofrecernos servicios de salud a través de sus ambulancias, que más que servicios de emergencias, son inadecuadas promociones que distorsionan el ejercicio de las funciones legislativas.

En resumen, planteo que exijamos a nuestros candidatos congresionales y municipales, -que serán nuestras autoridades-, actuar con transparencia y honradez, para así asegurarnos que trabajarán y trabajaremos para construir nuestra sociedad y entre todos hacerla más ordenada; más en armonía con nuestras condiciones de seres humanos, sujetos de derechos que en la mayoría de los casos se enuncian, pero no se ejercen, ni mucho menos se disfrutan.

En fin, lo determinante es que cada quien cumpla lo establecido por nuestra Constitución y nuestras leyes: “Hacer lo que nos ordenan y no hacer lo que nos prohíben”.

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