En el asilo San Francisco 100 ancianos guardan por ingreso

En el asilo San Francisco 100 ancianos guardan por ingreso

ALTAGRACIA ORTIZ G.
a.ortiz@hoy.com.do
La lista de espera del hogar de Ancianos San Francisco de Asís tiene más de 100 envejecientes que aguardan por un espacio para vivir con dignidad la última etapa de sus vidas.

Es que cada día unas cinco o seis familias acuden al hogar para pedir que les dejen llevar a uno de sus padres al asilo.

“A veces nos engañan y quieren dejarlos aquí con mentiras”, asegura sor Guadalupe Flores López, directora del Hogar.

Sin embargo, la capacidad de este espacio, ubicado en el kilómetro 11 y medio de la carretera Sánchez, en el Distrito Nacional, tiene un presupuesto  insuficiente.

El Estado entrega cada mes  RD$252,000 y las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, a cargo del Hogar, tienen la esperanza de que la subvención pueda llegar a RD$500,00  este año.

 “Ese dinerito se va en medicamentos y gasoil, pues sólo un ancianito gasta más de RD$3,000 al mes en medicinas”.

Mil historias.   Cada uno de los ancianos de este asilo tiene una historia que contar, y casi todos  desean que los escuchen, quieren ser tomados en cuenta.

 “¿Yo estoy pintada en la pared, que ustedes no me hacen una foto?”, dijo a Napoleón Marte, fotorreportero de HOY, una dama octogenaria que estaba sentada en un rinconcito del hospicio.

“Estoy aquí por una circunstancia familiar”, dijo Ana de Jesús Caamaño, de San Juan de la Maguana.

Otros aseguran que tienen sus hijos, pero que hace mucho tiempo que no los ven.

La realidad es que por una u otra razón, muchos hijos dejan a sus padres allí y no  los vuelven a visitar.

Mujeres de Marte.   Las mujeres siguen siendo coquetas no importa su edad, piden que les compren carteras, zapatos, perfumes y aretes.

“Son las más complicadas, son más quisquillosas e inconformes”, aseguran las hermanas que las atienden.

Hombres de Venus. Los hombres no pierden el orgullo y hasta su machismo. A uno de los ancianos se le preguntó si no cruzaba el pasillo para visitar a las viejitas. “No, que vengan ellas”, contestó.

Amor octogenario.   Los dos hogares, el de ancianos y el de ancianas, están divididos por un pasillo.

Pero si alguien cree que la capacidad de enamorarse desaparece con los años, la vida de éstos envejecientes  se encarga de desmentir esa hipótesis.

“Algunos se enamoran y tenemos que ponerles un poco de control, pero no es nada que no podamos controlar”, confiesan las monjas a su cargo. 

Zoom

Deshumanización

1. Alrededor de  270 ancianos entre hombres y mujeres son los habitantes de este hogar.

2. La mayoría son hombres. Esa es la población que más requiere un hospicio, son los más abandonados por sus familiares, aseguran  las Hermanitas de los Ancianos Desamparados.

3. Desde ese rincón de la ciudad de Santo Domingo, las religiosas observan los niveles de deshumanización a que ha llegado la sociedad.

4. Falta mucho respeto para las personas mayores. Los engañan para dejarlos ahí  y les dicen que sólo estarán en el hogar hasta que se curen, pero es para dejarlos.

Las frases

Domingo Burgos

Aquí nos dan de todo, menos dinero, qué más se puede pedir”.

Sor Elizabeth Cupcul

Los viejitos eran antes como una reliquia que teníamos en nuestras casas, los añoñábamos y queríamos, pero todo eso se ha estado perdiendo, porque la sociedad también ha cambiado”.

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