África es un sector desconocido por muchos de los ciudadanos de este país. Se trata de un barrio del Distrito Nacional hostigado por delincuentes que atracan y roban en horas del día y de la noche.

La gente experimenta una vida de acoso por los grupos que invaden el pequeño territorio, imponiendo el caos. La situación es atribuida a muchos jóvenes  que provienen de zonas cercanas.

Otro problema que enfrenta esta comunidad es que desde hace varios meses al sector África no se le recoge la basura. La suspensión del servicio de limpieza, no tiene explicación por parte de las autoridades municipales, según dirigentes de la Junta de Vecinos H-5.

Los habitantes de esta comunidad tienen su orgullo en el sacrificio que cada quien hace para  mantener su espacio aseado, pese a la limitación con el servicio de limpieza. Dicen que no se benefician del hecho de estar dentro del territorio de un sector exclusivo como lo es Arroyo Hondo II o de quedar colindante con la urbanización Cuesta Hermosa II.

El secretario general  de la Junta de Vecinos, Pedro Arvelo, dijo que la necesidad más sentida es la regulación de la recogida de basura, porque el cúmulo de desperdicios desespera a la gente.

Algunas familias se sacrifican para sacar los desperdicios a la vía pública, en las afueras del sector África. Otros prefieren lanzarla a la cañada que se desborda por las lluvias.

La cañada, en cuyo derredor son alimentadas vacas y se crían perros, lleva desechos y contaminantes químicos que corren por los desagües que atraviesan  sectores a partir del kilómetro Nueve de la autopista Duarte, en el oeste de la ciudad.

Aurelio Montaño, miembro de la Junta de Vecinos, declaró que la delincuencia preocupa grandemente. Amas de casa dicen que no soportan el peligro a que los someten jóvenes que llegan desde sectores como Los Ríos, Los Girasoles y Galindos.

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A orilla del puente

Teresa Martínez no dejaba de ir y venir en la mañana del pasado sábado a la olla del puente por donde pasa la cañada que la tiene desesperada. La basura era muy visible en el puente que  inunda su vivienda y la de sus vecinas. Solicitan que las autoridades los socorran, prestándoles equipos para retirar los desperdicios. Arvelo indica que la solución definitiva es la construcción de un puente más alto, de manera que no sea alcanzado por la  cañada.