En el barrio Villa María hace
tres semanas no llega el agua

En el barrio Villa María hace<BR>tres semanas no llega el agua

POR LLENNIS JIMÉNEZ GARCÍA
“¡Es horrible! Se fue el agua y  acaba de llegar”,  fue la expresión que dijo  ayer Raquel Pimentel en el sector Villa María,  donde a las 11:00 de la mañana la gente   trataba de retener el escaso   chorro que salía de las llaves públicas.

Tres semanas sin agua tienen los residentes de esta barriada de la capital,   pese a que a sus vecinos, del María Auxiliadora, el pasado lunes  la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD) les repartió agua gratis.

 La falta de agua en  esta parte del Distrito Nacional es tan crítica,  que  algunos hombres se dedican a llenar  tanques en  las residencias  cobrando RD$50 por este servicio.

Zoilo Castillo es uno de los cargadores de agua a las viviendas. Llena un tanque de 12  cubetas por el  valor de RD$50.

Quienes no pueden comprar tanques de agua, recurren a repetirse la ropa sin lavarla y se bañan en cubetas para reusar el  agua en la descarga de los inodoros, indicaron las hermanas Bienvenida y Mónica Araujo.

 Expresaron que es con el uso de bombas “ladronas” que consiguen subir el agua al  segundo piso de la casa que habitan en la  calle Cuatro, número 26.

La mayor carencia de agua se percibió, durante un recorrido realizado ayer por redactores de HOY, en las calles Cuatro, A, D, Federico Bermúdez, Cocho y Trece.

 El lamento de Pimentel, frente a su casa, se escuchó en  toda la intercepción de las calles Cuatro y  Osvaldo Bazil, donde mujeres, hombres y niños se cruzaban con cubetas y galones. Atrapabas en vasijas y cubetas el goteo que salía de una de las dos llaves que desde hace años les fueron  habilitadas en la pared de la parte norte del hospital Luis Eduardo Aybar (Mórgan).

Pimentel tiene varios días sin poder lavar y su madre debió ir a casa de otra hija, en la cercanía de Villa María a preparar una parte de la ropa.

Jerlyn Pérez amaneció aturdida por la escasez de agua  y dijo que estaba dispuesta a comprarla  para preparar la comida.

Carlos Liranzo Ulloa, propietario de la vivienda  número 53 en la Osvaldo Bazil, expresó: “este sector padece de una enorme escasez de agua”. Sostuvo que se bañan con jarrito de agua y que están cansados de tener un bien básico en tan malas condiciones.

La precariedad del agua, dicen, empeoró y desde un mes llega sucia,  lo que atribuyen a que la tubería matriz está cerca de la construcción del Metro de Santo Domingo.

Mientras las  familias de Villa María claman por agua potable y la gente de un área denominada El Semillero, denuncian que están “secas”, los vendedores de agua “hacen su agosto” en Santiago.

Mientras la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santiago (Coraasan), aseguró que el suministro de agua potable tiene cobertura en más de un 95 por ciento en todos los sectores de esta ciudad, usuarios del servicio se quejaron ayer por la falta éste en algunas zonas.

El director de la Coraasan, ingeniero Hamlet Otáñez, dijo que con las últimas lluvias y tormentas registradas aquí,  hubo dificultades al principio en algunos barrios debido a la falta de energía eléctrica, pero afirmó que esa situación se ha normalizado. Aclaró que cuando hay corte del servicio de agua es cuando brigadas de la empresa realizan trabajo para mejorar la red.

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