Ay, Dios mío, cuántas cosas bellas y buenas se pueden decir del espectáculo del grupo de Artes Nacionales de China compuesto por un grupo de jovencitas, danzarinas y músicas ganadoras de importantes competencias en su país e internacionalmente. Tal y como predijimos la semana pasada, fuimos a verlo, seducida por la rareza del evento cuya presencia en el país es un lujo impagable.

Casi lloramos al sonar de la cítara. Nos deslumbraron los trajes delicados y coloridos como los de un pavo real. Nos maravillaron la delicadeza de esos pasos de pies diminutos y cuerpos elásticos y viajamos a esas viejas dinastías chinas que rememoran guerra, oropel y romance?

Pero también sufrimos un poco. Sufrimos por la bella Lourdes Camilo de Cuello que se fue con José Israel Cuello cuando este consideró suficiente la espera.

Y nos reímos, que aún nos dura, cuando justo al momento de apagar las luces del auditorio Enriquillo Sánchez vimos deslizarse raudo y veloz hacia la primera fila al inefable Miguel Solano y su compañera.

Ella es rubia igual que la compañera de al lado de Miguel. Estaban en primera fila junto a Hans Hertell y su esposa.  El embajador de los Estados Unidos, el de China, el de Cuba, Colombia y toda la diplomacia allí reunida, más el Secretario de Cultura, José Rafael Lantigua no contaban con la astucia del político boschiano. 

Detalles así, harían reír, hasta al Presidente Fernández que conoce como nadie lo que su viejo amigo es capaz de hacer…