En el «Corredor de los tornados» en Estados Unidos pocos tienen refugios

En el «Corredor de los tornados» en Estados Unidos pocos tienen refugios

MOORE, Estados Unidos, AFP. El 75% de los tornados del mundo se producen en Estados Unidos, pero entre los residentes en el «Corredor de los tornados», la zona del centro del país donde se concentran estos fenómenos, pocos prevén y pagan una vivienda adecuada para soportar esas tormentas.  

Un orgulloso miembro de esa minoría es Mel Evridge, de 69 años, un constructor jubilado que sobrevivió al devastador tornado del lunes en las afueras de Oklahoma City, capital de Oklahoma (centro-sur), que dejó al menos 24 muertos, y al aún más mortal de mayo de 1999.  

«Estaba casi tan asustado (el lunes) como la primera vez», dijo Evridge a la AFP mientras recogía escombros de su jardín en el suburbio de Moore. El pasaje de un tornado «es como enorme rugido», explicó.  

Evridge no sólo hizo un sótano para resguardarse de tormentas en la elegante casa de una sola planta que construyó para su familia en la década de 1970, sino que también optó por utilizar una piedra de Arkansas lo suficientemente fuerte como para soportar los peores incidentes climáticos de Oklahoma.  

Sin embargo, pocas casas en las Grandes Llanuras vulnerables a estas tormentas – una zona que abarca desde Texas hasta la frontera con Canadá-, tienen refugios para tornados, y menos aún los edificios públicos. 

En el área de Oklahoma City, tal vez de 10 a 20% de los hogares cuenta con algún tipo de refugio formal, dijo John Snow, profesor de meteorología en la Universidad de Oklahoma y una autoridad en el clima, a menudo implacable, de las Grandes Llanuras.  

Ninguna ley estatal o local en Oklahoma, «epicentro» del «Corredor de los tornados», ordena la instalación de refugios para tormentas en residencias – y los propietarios de viviendas que optan por ellos tienen que pagar más de 4.000 dólares por la opción más básica.  

«Los refugios para tormentas son una buena idea. Ése es un mensaje fundamental», dijo Snow a la AFP en una entrevista telefónica. «Pero construirlos supone grandes desafíos».  

Además del costo, el terreno de la región se compone de arcilla, que se expande cuando se moja, se contrae cuando se seca y hace que el tipo de sótanos comunes en el este de Estados Unidos se desmorone fácilmente.   También está el hecho de que ocurren pocos tornados tan potentes como el de Moore, con vientos de más de 320 km/h, frente a otros mucho más comunes que son la mitad de fuertes.  

Para los tornados más leves según la Escala de Fujita (EF), que mide la intensidad de estos fenómenos de 0 a 5, suele ser suficiente ponerse a resguardo en una bañera, debajo de una escalera o en el interior de un armario, dijo Snow.  

Escuelas como la Primaria Plaza Towers, en la que al menos siete niños murieron el lunes en el tornado de categoría EF5, tampoco tienen obligación de tener refugios subterráneos. En cambio, los maestros están capacitados para reunir a sus alumnos en los pasillos y otros lugares alejados de las ventanas.  

En Oklahoma, sólo unas 100 escuelas tienen cuartos seguros construidos con fondos federales que ya no están disponibles, informó The Wall Street Journal.

«Desafortunadamente, la gente prefiere casas con piscinas en lugar de refugios para tormentas», dijo el legislador estatal de Oklahoma, Joe Dorman, que propone una emisión de bonos estatales por 500 millones de dólares para financiar más albergues escolares.  

Los edificios públicos, como oficinas y centros comerciales, están sujetos a pautas de construcción más estrictas que las casas particulares, por lo que estructuralmente están mejor preparados para un tornado, de acuerdo con Snow.  

«Si uno se fija bien, todos los baños (en los centros comerciales) tienen cartelitos que dicen: ‘Este es un refugio de tornados'», dijo.  

Tal es así que el cine multiplex Warren – que integra una cadena de salas del oeste de Estados Unidos, cuyo propietario se enorgullece de la calidad de sus edificios – hizo frente tan bien a la furia del tornado que ha sido usado como un centro de primeros auxilios.  

Otro tema es el carácter de las personas que eligieron vivir en Oklahoma, una tierra de vaqueros, trabajadores petroleros, cielos abiertos y praderas sin fin que ilustra el ideal estadounidense de individualismo.  

«Eso se remonta a las personas que se instalaron en esta parte del país» a finales de 1800, dijo Snow. «Si no te gusta estar aquí, te vas. Lo que tenemos es gente bastante dura. Vuelve (a Moore) en 18 meses. La verás reconstruida».  

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