En el Día Internacional de la Mujer, deseo dedicarle este “conversatorio” a ese ser tan especial como lo es la mujer. Son evidentes las diferencias entre los cerebros femeninos y masculinos, aunque el cerebro masculino tiene un volumen de unos 1,450 centímetros cúbicos, frente a los 1,330 del femenino, está demostrado que ellas, en este menor espacio anatómico, tienen una mayor celularidad. Si aceptamos que los sentidos son el inicio de las sensaciones, pues nos conectan con el mundo exterior. Las damas tienen un oído más fino, una visión más potente. Disfrutan de mayor número de matices olfativos y tienen mejor paladar para los sabores. Se pudiera deducir con estas evidencias, que ellas disfrutan más intensamente de los placeres aún así se haya tratado por siglos de negarlo en lo social y cultural.
Otra diferencia cerebral de gran importancia es en la “percepción”. No sin razón se ha hablado del “sexto sentido”: esto se debe en parte a una mayor celularidad en el área del hipocampo, son capaces de –percibir-las emociones y actitudes ajenas con mucha mayor perspicacia que nosotros. Otra diferencia cerebral a favor de las damas es que tienen un 10% más de neuronas en el lóbulo temporal, ésta sería la explicación a varios aspectos fisiológicos conectados con esa área cerebral. Quizás es la explicación de por qué ellas necesitan y disfrutan más las relaciones sociales (el hombre es más inclinado hacia la competición y la lucha) Sería por igual la explicación de por qué ellas en el lenguaje nos superan en mayor capacidad verbal, máxime en lo nominal. Si ponemos a aprender un nuevo idioma a un niño y una niña, de seguro ella avanzará mucho más rápido que él.
Para el aspecto jurídico y felicitándolas en su día, cito una ponencia de mis dos hijas abogadas, -inteligentes y bellas- Carolina y Melissa: “el día de hoy instituido mundialmente como tal en el año 1977 mediante Resolución No 32/412 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, a través de la cual se invitaba a todos los Estados a que proclamasen un día para los derechos de la mujer y la paz internacional. Hoy en día, podemos afirmar que la historia nos devela sea realizado para que a las mujeres le sean reconocidos y respetados una serie de derechos fundamentales que nos permitan perfeccionarnos en un orden de libertad individual y justicia social ha rendido considerablemente sus frutos, quedando ello evidenciado en la participación e integración lograda por las féminas en la esfera política, económica y social de sus respectivos países, aún cuando reconozcamos que quedan vestigios más o menos marcados según el país que se analice de discriminación y desigualdad a la hora de ofrecer oportunidades en comparación con la rama masculina. Es oportuno destacar que las desigualdades se mantendrán en mayor o menor grado, hasta tanto no se erradique de la formación social y de los cánones de educación esa tradición machista y arraigada que coloca a la mujer dominicana en una postura de necesaria desigualdad”.
En un “conversatorio” anterior de hace unos años, sustentaba yo que nuestros cerebros son diferentes, no se puede negar, las damas tienen mayor agilidad mental, más habilidad para involucrarse en la amistad, capacidad casi “mágica” para leer las caras y valorar los sentimientos de terceros. Nosotros tenemos otros talentos configurados en nuestra propia realidad biológica y hormonal. Por el contrario somos más agresivos y violentos, menos comunicativos verbales, más confiados, más dados a la acción y a la competencia por lugares protagónicos. Nuestros cerebros nos gobiernan y como ambos sexos somos “inteligentes”, entonces respetar nuestras diferencias sería actuar con sabiduría. Para felicitar a todas las mujeres y en especial a las madres, hago míos los versos del gran Pedro Mir: “Romance de los nueve meses”…-En un recodo del tiempo te acecha el mes de febrero, te llamarán primeriza en cuarenta días de riego, y tendrás todo el futuro amantando tu pecho, y tu sangre será blanca cuando gotee en tu seno y será tu brazo almohada pintada en olor de cedro-.
Debemos reconocer nosotros los hombres, que nuestro mejor homenaje a ese ser superior en su día, es no olvidar nunca que: “las mujeres no se lastiman ni con los pétalos de una tierna rosa”. Muy feliz día para todas ustedes, desde mi nieta Nicole hasta la dama más longeva del país. ¡Muchas felicidades en su día!