En el Día de los Padres, filosofando

En el Día de los Padres, filosofando

Querido Don José Silié Gatón, tener la dicha que en mi condición ya de abuelo, te encuentres tú entre los vivos, lúcido y coherente solo con algunas ¨dolamas¨ propias de los que tenemos más de 15 años, es una bendición. Hoy con motivo del Día de los Padres, quiero que recibas este ¨conversatorio¨ como muestra del amor, respeto y la admiración que te tenemos.

El tratar de definirte en tu totalidad como ser humano sería una tarea titánica, casi similar como acostarse en el lecho de Procusto. Tengo por obligación que verte en tres aspectos individualizados.

Primero, el padre; en la novela  de Malraux, ¨La condición humana¨, dice Kyo que la dignidad es contraria a la humillación. De eso se trata tu mayor legado como padre, nos enseñaste la dignidad, la dignidad con el ejemplo, la dignidad para hacer respetar la propia naturaleza humana y por encima de todo, la dignidad de una conducta recta, sin dobleces. Gracias a tu  honroso proceder hemos aprendido a solo respetar la aristocracia del pensamiento y no las  simples, muchas veces con cuestionamientos morales.

 En tu vida no ha habido espacio para la tergiversación, creo que lo moral y lo ético  es una dimensión constitutiva de tu existencia humana. Padre a carta cabal, amoroso, pero recto, cariñoso pero inflexible. Recuerdo cuando era niño y me podías cargar -hace ya mucho tiempo– que me saltabas y me cantabas /ité,ité,ité,ité/. Padre ejemplar, amoroso, puedo decir a mi edad que en mi casa nunca se oyó una palabra altisonante, ni fuera de tono. Ha sido un hogar pleno de amor.

La segunda, es el ¨Maestro¨ iniciada esa obra tuya de enseñar desde la adolescencia, se me antoja y no creo hacer una  apología a mi estulticia, el equipararte en la dimensión dominicana con Ortega y Gasset, pues casi todas las obras de él  son como las tuyas, prácticas, como ejercicios de ¨razón viviente¨. Todos tus libros, creo que son unos 15, tienen un legado  ético, moral, electoral, etc., sé que en una dimensión esencial siempre has propugnado como todo buen ciudadano, volver a los valores morales del correcto proceder, de los que se divorcian cada vez más nuestras sociedades deshumanizadas.

Más de setenta años en el ejercicio profesoral, 45 dados a la UASD, un aula lleva tu nombre y eres unos de sus ¨Profesores Meritísimos¨, por esos aportes recibiste el más alto galardón que le otorga la nación dominicana a sus hombres de bien, la Orden de Duarte, Sánchez y Mella en grado de ¨Comendador¨. Sigues siendo un quijote soñador, sé que tienes varias obras no impresas, entre ellas  la Etica de la juventud.

En una tercera instancia, el intelectual, eres un humanista, hombre recatado y sereno, sabemos que en ti pudo más el intelectual que el abogado. Nunca has dejado secar esa fuente de conciencia crítica que mantiene tu brillantez de pensamiento y te cito: ¨La comunidad a la cual pertenecemos y que espera de cada uno de nosotros como sus genuinos representantes, en una relación fluida de entendimiento y características positivas de alta calidad de vida con signos visibles de moralidad, que la conduzcan a la idealidad, al bien, como absoluta llamada al progreso, al amor y la paz¨. ¡Feliz día, para ti y todos los padres!

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