En el Día Internacional de la Mujer

En el Día Internacional de la Mujer

El día 8 de marzo ha sido designado como “día internacional de la mujer”. En principio esta conmemoración surge para  defender los derechos laborales de las trabajadoras y reconocer  los esfuerzos que las mujeres han realizado por alcanzar la igualdad, la justicia, el desarrollo y la paz.

En esta fecha múltiples movimientos feministas desean lograr nuevos reconocimientos por metas alcanzadas y,  muy especialmente, por una mayor igualdad con el sexo opuesto.

Es el pensar de la mayoría que la mujer, para hacer prevalecer sus derechos,  debe ser fuerte, establecer su autoridad y dominio, frente al hombre,  ya que no existe diferencia alguna entre ellos.

La realidad de estos hechos ha  provocado que la mujer  no exprese más su dulzura,  su ternura, sino que para sobrevivir en un medio donde el hombre ha cedido su posición y obligación, se ha hecho fuerte, decidida y  autosuficiente.

Sin embargo, esta visión incorrecta  ha traído  consecuencias  funestas a las familias y, por vía de consecuencia, a la sociedad.

Como única forma de desenmascarar este engaño, es necesario que el orden de Dios se establezca, entendiendo que la  mujer, como ayuda idónea, no debe igualarse al hombre, sino someterse a él.

En el ámbito laboral, empresarial, debe  acatar las instrucciones y no provocar disensiones, rebeliones o divisiones.

Si en verdad  la mujer quiere ser valorada en medio de la sociedad,  tendrá que ser humilde,  llena de amor y vivir en el temor de Dios.

El comprender que al hombre le fue conferida la autoridad y por lo tanto tiene la responsabilidad, es el mayor logro que puede obtener.

Mujer: si quieres ser alabada, determínate  a relacionarte con tu Padre celestial y a vivir conforme a sus principios para que empieces a recibir la verdadera honra y exaltación, aquellos galardones que nunca te serán quitados.

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