En el espejo de Grecia

En el espejo de Grecia

Desde que asumieron el poder en agosto del 2004, los pele deístas se han caracterizado por un manejo irresponsable del presupuesto. Lo han hecho depender de préstamos, representan 30% de los ingresos totales, un fuerte aumento respecto al 11% en el gobierno de Hipólito Mejía. Endeudamientos que han sido usados para cerrar la brecha fiscal producida por el dispendio. El ejemplo más reciente se tiene en las finanzas públicas de 2011, el déficit debió ser de 1.6% del PIB, lo acordado con el FMI, pero terminó sobre 3%. La pésima gestión de Leonel, Danilo y el PLD tuvo sus consecuencias, el Banco Central perdió reservas para evitar que el peso se devaluara.

Otra engaño peledeísta es el balance de la deuda. La subvalúan cuando excluyen los pasivos del Banco Central, del sector eléctrico y la deuda del gobierno con el Banco de Reservas, por descuento de pagarés a los contratistas. Cuando se incorporan se tiene que la deuda dominicana aumentó 2.4 veces de agosto de 2004 al 2011, de US$9,705 millones a US$23,457 millones, 42% del PIB, muy por encima del 25% recomendado por el FMI. Sin computar los intereses de la deuda excluida, los de la interna y externa aumentaron tres veces de 2005 a 2010, de US$334.19 millones a US$1,013.4 millones. Se deterioró el índice “asequibilidad de la deuda” o la relación entre los intereses de la deuda y los ingresos fiscales, de 8% en el 2005 a 14% en el 2011.

Indicadores que analizados con tranquilidad preocupan, porque reflejan hasta qué punto podríamos estar en la antesala de un problema de la deuda pública, si no se cambia la política. Manejar el presupuesto con prudencia y responsabilidad requiere sacar a los peledeístas del Palacio Nacional; en siete años han demostrado ser fieles seguidores de Karamnlis, el gobernante griego que para seguir endeudándose y presentar un crecimiento artificial, con datos maquillados engañó a su pueblo y a la comunidad financiera por un largo tiempo.

Mientras Grecia pudo ocultar las cifras macro-económicas reales, no se habló de divergencias respecto a las metas del Pacto de Estabilidad de la Unión Europea.  El tema surgió cuando estalla la crisis. Lo mismo sucedió con el Stand By firmado por el gobierno dominicano con el FMI. Se otorgaron dispensas mientras se entendía que las cifras reportadas reflejaban la realidad, pero cuando el Organismo Internacional descubrió la existencia de dos cómputos de contabilidad del déficit, el de Hacienda ocultando gastos y el del Banco Central reflejando la realidad, dejaron de creer en el gobierno peledeísta, una de las razones por la que detuvieron los desembolsos de préstamos.

Antes que vengan desde fuera a imponernos una estricta política de austeridad para ordenar nuestras finanzas públicas, conviene que lo hagamos nosotros mismos. Debemos reducir la relación deuda/PIB, lo que implica disminuir el déficit del presupuesto. No podemos sentarnos a esperar que se nos exija pagar un interés más alto para cubrir la prima de riesgo o riesgo por no poder pagar, como está sucediendo con Grecia. El pueblo lo evitará votando masivamente por Hipólito Mejía el 20 de mayo próximo.   

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