El liderazgo no sólo se ejerce desde una posición ejecutiva en una empresa. También se hace desde el hogar, donde históricamente la mujer ha tenido la carga más pesada, aunque el estilo de vida actual exige un escenario más equitativo, donde el hombre y la mujer compartan la crianza.

Y esta es de por sí una labor de liderazgo, con la diferencia de que se trata de una gestión bipartita, según afirma la experta Graciela Bocchi, quien estuvo de visita en República Dominicana para dictar la conferencia sobre género y liderazgo organizada por la escuela internacional de negocios ADEN.

“Este fue un tema muy trabajado  en la conferencia. Se suponía históricamente que, como la mujer es la que da a luz,  la crianza iba de la mano como su principal actividad, conjunto con lo doméstico. Pero ese es un eje que hay que cambiar. Si bien biológicamente es la mujer es la que lleva al bebé  hasta su nacimiento, la crianza ya no es solo competencia de  ella, de tal manera que hay que trabajar por liderazgos compartidos en la crianza”, dijo Bocchi en una conversación exclusiva con este diario.

 Lo más interesante de esta visión es que, además del rol principal que juegan los padres, la sociedad se debe sumar como figura importante en la crianza de los hijos.

Bocchi agregó que “tanto el hombre como  la mujer necesitan dar una parte de su tiempo para la crianza. Y la misma sociedad y las empresas tienen que saber que la crianza es una cuestión social, que  no es solamente una perspectiva personal, sino una perspectiva que la Organización Internacional del Trabajo está impulsando”.

Haciendo balance. En el entendido de que el hombre y la mujer necesitan desarrollarse en otras facetas, además de la de ser padres, Bocchi recomienda configurar un espacio en que la crianza sea compartida, para evitar criar niños en soledad.

Ella advierte que esta responsabilidad debe desarrollarse en las próximas generaciones “porque si no, el problema que podemos tener es que -eventualmente- nos quedemos sin niños”.

“La paternidad y la maternidad conforman la crianza, con sus diferentes roles, pero ambos aportando tiempo. Por eso a mí me gusta mucho hablar de una competencia que se llama “gestión de la cotidianidad”, y se trata de cómo, tanto el hombre como la mujer, gestionan su propio proyecto, el proyecto compartido y el proyecto de sus hijos” en el día a día, señaló.

 La mujer como líder. Características como su capacidad de manejar varias tareas a la vez, hacen que la mujer pueda desarrollar un perfil de líder. Sin embargo, la presión combinada de distintas responsabilidades de su vida no siempre da buenos resultados si no se hace una buena gestión.

“La mujer se enferma más que el hombre en ese sentido, porque no está sabiendo manejar esa multifocalidad”, aseguró Bocchi, para quien  “hay que salirse de mandatos como de que tenemos que ser la supermujer. Uno tiene que elegir dónde quiere ser protagonista”.