En el Laboratorio Evolutivo de Arte Contemporáneo ¡Flores y catarsis de Jessica Hirst!

En el Laboratorio Evolutivo de Arte Contemporáneo ¡Flores y catarsis de Jessica Hirst!

En los últimos cinco años, el Laboratorio Evolutivo de Arte Contemporáneo (Labeac), gracias a la intensidad de las ideas y las éticas profesionales; a la capacidad de crear, amar y educar a través del arte, así como a la pasión distintiva de sus fundadoras y anfitrionas: Iris Pérez y Rosalba Hernández, emerge como una importante plataforma independiente con exposiciones y propuestas artísticas multidisciplinarias que resultan ciertamente atractivas y enriquecedoras del circuito cultural metropolitano. Y, precisamente, como muestra ejemplar de la nutritiva línea programática del Labeac se impone registrar “Blossoms” (Flores), primera exposición individual de Jessica Fairfax Hirst, presentada desde el 15 de diciembre del 2013 hasta el pasado martes 14 de enero.

Traspasando la sospecha ante la imagen y su significante, los efectos de las nuevas prácticas artísticas se nos revelan como reacciones catárticas o “liberadoras” a través de medios, gestuales y discursos simbólicos de profundas implicaciones, llegando hasta la deconstrucción o puesta en abismo de los principales flagelos e iniquidades que afectan la condición humana contemporánea: pobreza extrema, injusticia socioeconómica; autoritarismo, demencia y corruptela política; fundamentalismos religiosos, violencia de género, explotación infantil, ecocidio y terror globalizados.

En ocasiones, algunos artistas contemporáneos logran vitalizar sus prácticas estéticas o antiestéticas como “fricciones” metafóricas de belleza indecible, admirable rebeldía y excitante efectividad significativa. Precisamente, este es el caso de Jessica Hirst (San Diego, California), quien actualmente divide su tiempo vital y creativo entre Puerto Plata, República Dominicana, San Diego y Washington, DC, despuntando con un discurso lúcido y polivalente, materializado de manera cristalina mediante el uso intensivo de medios y recursos expresivos tan distintos como la performance, el video, la fotografía, las instalaciones, el collage y la escritura creativa.

Tiernamente cálido y atractivo, “Blossoms” es un título evocador de un itinerario existencial y una experiencia creadora que estallan como fértil policromía de los cuerpos, espacios, objetos y signos cotidianos en su óptima lectura especular. Título encantador y todavía más paradójico, no sólo por la densa y “ardiente lluvia” de ideas que sostiene y desata el cuerpo de obras de la exposición, sino también por su inevitable remisión hacia la sublime y contradictoria relación entre humanidad y naturaleza.

Curada con esmero por el reconocido artista dominicano Eliu Almonte, cómplice y colaborador de la artista, esta primera exposición de Jessica Hirst en la República Dominicana ha estado integrada por una serie de trabajos o collages sobre tela y papel, entre los que destacan especialmente los titulados “Volar”, “Fragmentos de la identidad”, “Intercambio?”, “Mao, el Emperador y la Virgen”, “El sabor del aire es diferente”, “En comercio confiamos”, “They have artificial flowers, even in Paradise”, “No hay agua… y todavía hay flores” y “Balance de poder-Brace! Brace!”, además de la instalación “Endangered Species” y el video “Impacto 24-Huellas performáticas”.

“Endangered Species” es una propuesta instalativa en la que Jessica Hirst aborda las problemáticas del medio ambiente y de las especies en peligro de extinción como resultado de la relación predatora de la humanidad contemporánea con la naturaleza y los ecosistemas vitales del planeta que habitamos. La misma integra objetos ensamblados con materiales y elementos reciclados en forma de islas o naves espaciales fictivas sobre las que viajan diminutos y majestuosos animales salvajes y domesticados sin entornos específicos: vaca, rinoceronte, león, leopardo, impala, lobo, entre otros. La visualidad y los juegos de colores fuertemente contrastantes se tornan en elementos sumamente importantes en la composición.

La devastación ecológica y existencial; el poder del dinero en la economía global; los límites sinuosos entre “salud” e “insanidad”; las expresiones somáticas de los distintos estados de consciencia, así como los mecanismos de control en las relaciones sociales, personales, culturales y geopolíticas, se tornan asuntos relevantes en la lúdica, reflexiva y jovial práctica artística de Jessica Hirst. A la hora de su ejecución, ella compromete su cuerpo y su pensamiento hasta unos niveles de riesgo e incertidumbre donde muchos ni siquiera se asoman, creando espacios de tensión y reflexión tan viscerales como igualmente provocadores.

En estos trabajos, Jessica Hirst se nos revela, en primera instancia, como una creadora consciente de la necesidad de la sutileza conceptual, de la riqueza imagética y de la capacidad dialógica de la obra de arte contemporánea. La propia artista define estos collages como “flores autobiográficas”, en tanto que cada obra, ya sea de forma visible o “alucinante”, contiene fragmentos claves y fascinantes de su itinerario íntimo, así como de sus más recientes experiencias vitales y creativas.

“República Dominicana me ha afectado como artista profundamente. Los sabores de la comida, del aire y de la gente, son responsables de las obras de esta exposición. Han abierto una puerta nueva en mi desarrollo como artista y como persona; no podría haber hecho estas obras en cualquier otra parte del mundo, están afincadas aquí. Performatorio fue mi introducción a República Dominicana y me impactó mucho. La experiencia de andar por 24 horas con todos mis desechos colgados a mi cuerpo me marcó mucho. ¡Me metí al mar con toda mi basura puesta! Hizo un gran círculo a mi alrededor. Performatorio preparó la tierra para sembrar mis ideas de Blossoms”.

En esta declaración, Jessica Hirst valora su experiencia en “Performatorio: 1ra. Muestra de Arte Duracional en Dominicana”, evento organizado por la Plataforma Dominicana de Performance y el Foro Social en la Sala de Arte Camilo Carrau en Puerto Plata (08-12-10/2012). En la ocasión, Hirst participó con una acción eminentemente catártica de la cual ha resultado el video “Impacto 24-Huellas performáticas”, implicando la misma una enfática “liquidación” de los límites entre artista y espectadores, así como la inminente profecía de su “renacimiento” espiritual a través del arte…

Jessica Hirst.

Jessica Hirst ha presentado sus performances en ciudades como Santo Domingo y Puerto Plata (República Dominicana); Madrid, Barcelona, Caudete, Sevilla y Orihuela (España); Belgrado, Odzaci y Novi Sad (Serbia); París y Cazals (Francia); Berlín (Alemania); Managua y Granada (Nicaragua); Tegucigalpa y Copan (Honduras); Tijuana y México DF; San José (Costa Rica); Nueva York, Washington, DC, Miami y San Diego (EE.UU); Bogotá (Colombia); Buenos Aires (Argentina); Valdivia (Chile) y Harare (Zimbabwe). Ha participado en programas de talleres y residencias sobre arte contemporáneo en Can Serrat, ULAT y Metáfora, España; Colorado Art Ranch, EE UU. Ha realizado estudios de Historia del Arte y posee una licenciatura con honores en Ciencia y Política del Medio ambiente de la Universidad de Stanford, California, EE UU.

La noche del pasado jueves, durante el acto de clausura de “Blossoms”, en los espacios del Labeac y del Parque Colón, Jessica Hirst ejecutó una acción performativa tan irreverente como arriesgada que incluyó el lanzamiento de huevos contra la estatua del “Almirante”, uno de los iconos urbanísticos emblemáticos de la ciudad de Santo Domingo. La acción no solo cifraba una metafórica deconstrucción de la “fragilidad” del equilibrio relativo entre naturaleza y civilización, sino también la necesidad de revisar los discursos, recursos y “territorios definitivos” del “arte contemporáneo”, así como el mismo caudal de mixtificaciones culturales que desatan tales definiciones.

 

 

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